La intervención en la ermita de San Saturio, que comenzó tras las fiestas del patrón de 2023, concluirá en breve, previsiblemente en el mes de octubre, según avanza el delegado de Patrimonio de la Diócesis de Osma-Soria, José Sala. Se estableció oficialmente un plazo de 14 meses, pero se podrán dar por terminadas en un año. Sin embargo, la apertura del templo al turismo «dependerá de cuándo se entregue la obra», por lo que no se asegura que se puedan celebrar los actos religiosos que se desarrollan en fiestas en ese lugar por tradición. «Según la previsión se ha adelantado la ejecución y lo más probable es que se termine en octubre», avanza a El Día de Soria añadiendo que incluso se ha solucionado algún problema que se ha detectado en la propia intervención, como unas filtraciones de humedad por la zona del cupulín. Cuando este medio visitó las obras en el mes de enero, a través de la Dirección General de Patrimonio, los técnicos de restauración ya apuntaban que los trabajos iban muy adelantados, lo que se ha confirmado esta semana.
Los trabajos de restauración, que se llevan a cabo a través de un protoclolo entre la Junta de Castilla yLeón, el Ayuntamiento de Soria y la Diócesis de Osma-Soria, cuenta con más de un millón de euros de inversión y el objetivo es la conservación a largo plazo del conjunto de pinturas murales de Juan Zapata (1904-1905), decoraciones y retablos tanto de la capilla como de la sacristía. Para ello, se han llevado a cabo tratamientos de consolidación, limpieza, reintegraciones volumétricas y cromáticas; e implantación de un sistema pasivo de circulación y renovación del aire e instalaciones eléctricas y de iluminación.
estudio previo. En la intervención, por parte de la UTE San Saturio Sabbia-In Situ con la supervisión de la Dirección General de Patrimonio, se han limpiado y definido las pinturas murales de estilo barroco. Las obras se han desarrollado tras un estudio previo y la monitorización -como proyecto a medio plazo- que incluye el análisis de las condiciones medioambientales del edificio; la instalación de sensores para medir condiciones de humedad, temperatura y otras variables que afecten al monumento de forma permanente; el diagnóstico del estado de conservación de estructuras, pintura murales y bienes muebles;seguimiento de las mediciones que se obtienen de forma continúa; la restauración y consolidación de los diferentes bienes del conjunto; y un plan de mantenimiento y conservación preventiva.