El Consejo de Colegios de Enfermería de Castilla y León valoró las cifras de agresiones a profesionales de la enfermería registradas en 2023, que muestran una ligera reducción respecto a las del año anterior por parte del Observatorio Regional que se ocupa de recolectar los incidentes y agresiones que sufre el personal sanitario en la Comunidad. Sin embargo, aunque los incidentes han disminuido un 8,5 por ciento, hasta los 290 casos, consideró que la violencia contra los enfermeros sigue siendo una «problemática grave».
Los datos del registro de agresiones de la Gerencia Regional de Salud revelan que en 2023 se contabilizaron 775 agresiones a trabajadores sanitarios, una cifra que es un 2,3 por ciento inferior, tras las 793 de 2022. El Consejo alertó que los datos son «alarmantes», especialmente en hospitales (380 incidentes) y Atención Primaria (314). La categoría profesional más afectada sigue siendo los profesionales de enfermería, con 290 incidentes, lo que supuso el 37 por ciento del total. Por otro lado, las agresiones a médicos aumentaron un 15 por ciento, hasta los 276 incidentes, lo que, a su juicio, destaca la necesidad urgente de adoptar medidas preventivas más efectivas.
Por áreas de salud, Burgos (152 sanitarios agredidos) y Valladolid-Este (128) son las que más incidentes sumaron el año pasado. Le siguieron Salamanca (87), León (71), Ávila (69) y Valladolid-Oeste (67). Por debajo, se situaron Zamora (48) Palencia (46), Segovia (44), El Bierzo (34), Soria (26) y Emergencias (tres).
El presidente del Consejo, Enrique Ruiz Forner, aseguró que no se puede «bajar la guardia». No en vano, precisó que cada incidente representa un ataque «injustificado» contra profesionales que dedican su vida a cuidar de la salud de los demás. «Es fundamental que sigamos trabajando para prevenir y erradicar esta violencia de nuestros centros sanitarios», aseveró. De ahí, la necesidad de denunciar las agresiones, sino también de formar a los profesionales para manejar situaciones conflictivas.
Ruiz subrayó, según la nota recogida por la Agencia Ical, la utilidad del curso de prevención de agresiones impulsado por el Consejo de Enfermería, que ha formado a más de 5.000 enfermeros en España. El Consejo de Castilla y León apostó por tomar medidas «firmes y eficaces» para evitar estos incidentes, protegiendo así la integridad física y emocional de los profesionales.