Estos últimos días los periódicos vienen informando sobre las amenazas del Presidente norteamericano Joe Biden y otros miembros de su gabinete de dejar de enviar bombas a Israel porque estas bombas matan y se están utilizando en Gaza.
En Alemania también nadan entre dos aguas, el canciller Olaf Scholz y sus socios de Gobierno, Los Verdes y el liberal FDP, parece que se preguntan si las armas que mandan a Israel ese país las utiliza en Gaza.
Les confieso que cuanto más leo sobre esto, más me indigno, porque la posición de estos dos países supone un ejercicio de hipocresía realmente insoportable.
No sé si los gobiernos norteamericano y alemán piensan que los ciudadanos somos tan rematadamente tontos como para ignorar que las bombas y otras armas que proporcionan a Israel, y a otros países socios suyos, matan. Sí, también matan a civiles. Porque las armas se han inventado para matar, así de simple y de terrible. De manera que lo que resulta imperdonable, es ese ejercicio de hipocresía de la Administración norteamericana diciendo que se van a pensar si continúan mandando armas a Israel porque estas pueden ser utilizadas en Gaza.
Y ya el colmo de la hipocresía consiste en mandar bombas, por un lado, a Israel, y dinero por otro a los dirigentes de Gaza, para que socorran a las víctimas de esas bombas.
No sé si es que como las elecciones en Estados Unidos están a la vuelta de la esquina y Biden puede tener dificultades para ganar, su equipo y él mismo han decidido presentarse como adalides de la paz mostrándose escandalizados públicamente porque "sus" bombas causan víctimas en Gaza. ¿Es que podían ignorar que es precisamente allí donde se utilizan?
Lo mismo se puede preguntar al canciller alemán Olaf Scholz y a sus socios.
La hipocresía es una de las señas de identidad de la política internacional, pero hay ocasiones en que esa hipocresía es tan burda que constituye una burla.
Sin duda, Estados Unidos tiene la oportunidad de jugar un papel importante en Oriente Medio ayudando a crear las condiciones para una negociación entre israelíes y palestinos. Porque en Oriente Medio no habrá paz si los dos actores principales no deciden negociar.
Pero, mientras tanto, habrá que pedir a Biden a Scholz y compañía que no nos tomen por tontos: todos sabemos que las armas matan.