Las tasas de cáncer de mama aumentaron un uno por ciento anual entre 2012 y 2021, siendo este incremento más acusado entre las mujeres menores de 50 años (1,4%) y entre las mujeres asiático-americanas, según un revela un nuevo informe de la Sociedad Americana del Cáncer.
El mayor aumento por edad durante la década se ha producido entre las mujeres de 20 años, cuya incidencia ha aumentado en torno a un 2,2 por ciento al año, aunque sigue siendo muy baja, de aproximadamente 6,5 por cada 100.000 mujeres.
No obstante, el informe revela que, en líneas generales, las tasas de mortalidad se han reducido para este tipo de cáncer que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a más de dos millones de mujeres en todo el mundo, siendo el tumor más diagnosticado del mundo.
En este contexto, el nuevo informe revela que la probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de uno de cada ocho casos. Este tipo de tumor suele aparecer entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de los 45-65 es la de mayor incidencia, al ser el momento en el que se producen los cambios hormonales en los períodos de peri y post menopausia, una curva de incidencia que continúa aumentando a medida que la mujer envejece.
Las tasas de incidencia del cáncer de mama en Estados Unidos oscilan entre 104-108 por 100.000 en mujeres hispanas y asiático-americanas a 138 por 100.000 en mujeres blancas. Una cifra que en España es de 132 mujeres por cada 100.000 habitantes.
Más casos pero más supervivencia: diferencias raciales y étnicas
Actualmente, en España, la tasa de supervivencia de cáncer de mama a cinco años es de 82,8 por ciento de forma global, y en Estados Unidos esta cifra asciende al 91 por ciento, llegando incluso al 99 por ciento en los casos de cáncer de mama diagnosticado en un estadio localizado, cuando el tratamiento suele ser más eficaz y menos extenso, pero desciende al 87 por ciento en el estadio regional y al 32 por ciento en el distante, según el nuevo informe.
Asimismo, los datos del informe americano revelan que, en la década más reciente (2013-2022), la tasa de mortalidad por cáncer de mama ha ido disminuyendo en las mujeres negras (1,4% al año), blancas (1% al año) e hispanas (0,7% al año). En contraste con la incidencia, existe una diferencia doble entre grupos raciales y étnicos en la tasa de mortalidad de mama, que oscila entre 12-14 por 100.000 en mujeres asiáticas e hispanas a 21 en mujeres indias americanas y 27 por 100.000 en las mujeres negras.
En este sentido, el informe revela diferencias en las tasas de incidencia y supervivencia según la etnia y la raza, mostrando que, en Estados Unidos, el cáncer de mama es un cinco por ciento más prevalente entre las mujeres negras que en las blancas y que, a su vez, las mujeres negras tienen un 38 por ciento más de mortalidad debido a un diagnóstico más tardío y a un menor acceso a tratamientos de alta calidad.
Asimismo, las mujeres indígenas americanas y nativas de Alaska tienen una incidencia de cáncer de mama un 10 por ciento inferior a la de las mujeres blancas, pero una mortalidad un seis por ciento mayor.
En definitiva, existe una variación significativa en las tasas de incidencia y mortalidad por cáncer de mama en mujeres en todo el mundo. La incidencia del cáncer de mama está aumentando a un ritmo diferente en las distintas regiones del mundo.
Así, según la Sociedad Americana del Cáncer, las tasas de mortalidad en muchos países con un índice de desarrollo humano (IDH) alto han estado disminuyendo, en contraste con las tasas crecientes en los países con un IDH bajo.