El Real Madrid ha vencido este jueves por 90-86 al Panathinaikos BC, con papel estelar del base argentino Facundo Campazzo, en un partido de la jornada 4 de la liga regular de la Euroliga, resuelto por un gran tercer cuarto del clb blanco y que además suponía la reedición de la última final disputada por el título de este torneo.

Casi cinco meses después de que el Panathinaikos firmase en el Uber Arena una sorprendente remontada para batir (80-95) al equipo blanco y conquistar esa Euroliga 2023/24, ambos se volvían a enfrentar, pero esta vez en el WiZink Center y con muchas caras nuevas entre los merengues.

Además, regresaba Facu Campazzo en las filas del Real Madrid, tras haber cumplido el pasado martes ante el Baskonia su partido de sanción. Y precisamente el virtuoso base argentino contagió a sus compañeros para arrancar de la mejor manera posible esta cita contra el vigente campeón.

El Real Madrid se anima tumbando al Panathinaikos

Triple tras triple, los pupilos de Chus Mateo abrumaron al conjunto griego en el primer cuarto, que se zanjó en 28-19 pero cuyas sensaciones habían sido de mayor superioridad local. Por si fuera poco el brío de Dzanan Musa, de Alberto Abalde y de Eli John Ndiaye desde el perímetro, el propio Campazzo coló otras dos brillantes canastas de tres puntos.

Por parte visitante, salieron desde el banquillo Ioannis Papapetrou y Juancho Hernangómez para cortar la hemorragia (19-5), demasiado temprana para el equipo entrenado por Ergin Ataman. Dos aciertos del ala-pívot español desde más allá del arco surtieron efecto, pero el Real Madrid se esmeró en defensa y eso se plasmó en el dominio del rebote.

Sin apenas conceder segundas oportunidades en cada tiro rival, las distancias se mantuvieron en el inicio de un segundo cuarto más trabado y donde los experimentados, como Sergio Llull junto a Gabriel Deck y Walter 'Edy' Tavares, respondieron a cada arreón de los verdes tanto dentro como fuera de la 'pintura'.

El Real Madrid se anima tumbando al Panathinaikos - Foto: Juanjo Martín

Limaron la diferencia en el marcador un triple de Papapetrou y luego otro de Hernangómez (40-34), en un ambiente cada vez más tenso sobre el parqué y a 1:08 para llegar al descanso. Al regreso de un tiempo muerto pedido por Mateo, Kendrick Nunn tomó las riendas ofensivas del 'PAO' con dos tiros libres y más adelante con una canasta por tiro en elevación.

Por encima de Tavares pasó ese balón para establecer el -4 (42-38) del conjunto griego. Mateo gastó ahí otro tiempo muerto de este segundo periodo, para montar un ataque en 8.4 y que Jeriant Grant truncó a modo de falta sobre Deck tras pasar cinco segundos. El Real Madrid solicitó revisar el lance, en busca de que el trío arbitral concediera acción de tiro, lo que consiguió después de varios minutos de incertidumbre.

El 'Tortuga' solo convirtió el primero de los dos tiros libres y, pese a coger el rebote del siguiente, el Panathinaikos tenía poco tiempo para evitar que el 43-38 luciese al descanso; Nunn desde el medio de la cancha lo intentó, pero la pelota se estrelló en el soporte del aro. Sin embargo, en la reanudación sí metió un triple que parecía peligroso.

Nada más lejos de la realidad, las distancias de dos puntos (43-41, 45-43, 47-45, 50-48) fueron todo lo que pudo acercarse el 'PAO' a un adversario que explotó a partir de un triple de Abalde para el 53-48. Tampoco ayudó al equipo verde que Nunn cometiera una falta antideportiva y el propio Abalde se creciera encestando desde cualquier ángulo.

Otro triple suyo en una esquina puso el 64-49 a 2:39 para concluir el tercer periodo y Ataman pidió un tiempo muerto que no funcionó. Tavares y Campazzo se encargaron de que así sucediera, con al añadido de que Mateo podía dosificar más de lo habitual a sus piezas clave conforme veía que su plantilla resolvía el partido con puntería desde lejos.

El triple de Cedi Osman para agotar el tercer cuarto fue puro espejismo, ya que el Real Madrid siguió con un imparable ritmo de cara al aro. Llull consiguió un triple marca de la casa, Serge Ibaka puso más tarde un tapón marca de la casa y Campazzo brindó a Hezonja un 'alley-oop' marca de la casa. Todo parecía volver a la normalidad en el WiZink.

Merced a un amargo primer mes de curso oficial, con más derrotas que victorias, el ánimo en el Real Madrid estaba enrarecido. Pero esta grata cosecha frente al vigente campeón de Europa, con unos últimos minutos de destreza defensiva, sirvieron para que la afición madridista sonriese y vea ahora a su equipo con un balance de 2-2 en la tabla clasificatoria.