Las bajas por incapacidad temporal subieron el año pasado un 13% con relación al año anterior y su coste fue de 14.000 millones de euros. Si miramos el porcentaje de las bajas por enfermedades comunes en el total suponen un 91%. De hecho, cada día de promedio faltan al trabajo sin baja médica unos 118.000 empleados públicos y 1,3 millones de trabajadores en total, dejando un agujero de 135.000 millones, según datos publicados por CEPYME.
El absentismo laboral en España es un grave problema que afecta a las cuentas de las empresas, a las arcas públicas y a la productividad. Según un estudio recién publicado por Fedea, hay varias causas, pero sobre todo dos. Una tiene que ver con la saturación de los centros de salud al frenarse por parte del Gobierno el control de las bajas por las mutuas. Y, en segundo lugar, el complemento que conceden las empresas hasta alcanzar el 100% del salario. Las propuestas, por tanto, para reducir estas escandalosas cifras pasan por dar más protagonismo a las mutuas y por reducir o incluso suprimir el complemento de las empresas. Fedea ha calculado que si las mutuas tuvieran el control de las bajas por incapacidad temporal el ahorro sería de 2.400 millones de euros y, además, aliviarían a los centros de salud, que en la mayoría de los casos lógicamente no conocen en sus justos términos la mayor parte de las intervenciones ni sus tiempos reales de curación. Más difícil, pero no imposible, sería la negociación para sacar de los convenios el complemento que conceden las empresas.
Lo que está claro y así lo dicen las cifras es que no puede ni debe salir más rentable faltar al trabajo que trabajar. El coste en dinero es enorme. Pero, mucho más letal es el daño que se hace a la economía de las empresas y a la economía del país, cuando ya somos el que más desempleo general y juvenil acumula y uno de los que presenta cifras de productividad más pobres. El cuadro es dramático si nos fijamos en el hecho de que aún no hemos recuperado las horas trabajadas antes de la pandemia, a pesar de que suben las cifras de cotizantes a la Seguridad Social. Sería objeto de otra discusión si todos los nuevos empleos son realmente trabajos a jornada completa o muchos están duplicados demostrado por el creciente aumento del pluriempleo y los contratos de fijos discontinuos o a tiempo parcial.