La Consejería de Industria, Comercio y Empleo subvencionará la dotación de elementos físicos y tecnológicos necesarios para la gestión del control horario y las ausencias, con el fin de reducir el absentismo laboral. Así lo establece la propuesta de orden por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de ayudas públicas dirigidas a la prevención y reducción de las ausencias en las empresas de Castilla y León.
El objeto de estas subvenciones es la financiación de actuaciones para el "diagnóstico, planificación y desarrollo de medidas específicas de prevención y reducción del absentismo y de su impacto". Castilla y León registró en el cuarto trimestre de 2023 con una tasa de absentismo del 7,6 por ciento y una variación interanual del 0,2 por ciento, por encima de la media nacional, que fue en el mismo periodo del 7,2 por ciento, lo que ha supuesto un incremento de 0,3 puntos porcentuales respecto del anterior trimestre y de 0,6 puntos respecto al cuarto trimestre de 2022. Entre los motivos de ausencia del trabajo, la incapacidad temporal supone una aportación de 5,6 puntos a la tasa de absentismo, según informa Ical.
Por este motivo, la Junta justifica este plan, que "pretende ayudar a las empresas para que, dentro de una acción planificada a largo plazo, basada en el propio diagnóstico del absentismo y sus causas", establezcan estrategias para su reducción mediante la ejecución de actividades combinadas que "repercutan en unas mejores condiciones de trabajo, en una más pronta recuperación de los trabajadores y en la prestación de servicios que aumenten la motivación, la capacitación y la posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar".
Desglose económico
El programa contará con un crédito inicial de 500.000 euros y que se implementará por fases. La cuantía de la subvención no podrá superar el 85 por ciento de los gastos que se consideren subvencionables. Además, el importe máximo de la ayuda a recibir por cada beneficiario será de 30.000 euros por convocatoria: hasta 10.000 euros para la elaboración de un plan de prevención y reducción del absentismo propio en cada empresa y hasta 20.000 euros para el desarrollo de medidas específicas.
Así, el plan deberá incluir, al menos, el centro o centros de trabajo incluidos, la medición del absentismo propio y referencia a la situación en el sector; vigencia, con un mínimo de cinco años; medidas que se proponen y su programación temporal; presupuesto detallado por anualidades; indicadores de resultados y métodos de seguimiento del plan.
En cuanto al desarrollo de medidas específicas, que es la segunda pata, son tales como la dotación de elementos físicos y tecnológicos necesarios para la gestión del control horario y de las ausencias; las herramientas para configurar un puesto de trabajo para la realización a distancia; los servicios para la evaluación de riesgos psicosociales en la empresa; los servicios para la mejora de la organización de la empresa, así como de la relación entre empleados, para el trabajo en equipo y para el liderazgo, o para la formación en estas materias; medidas para la conciliación familiar; la implementación, extensión o refuerzo de mejoras económicas y no económicas para el trabajador, vinculadas contra el absentismo; aportaciones empresariales a la cotización a la Seguridad Social, tanto del personal en situación de ausencia como del personal contratado para sustituirlo; dotación de medios para la adaptación de puesto de trabajo tras la ausencia, cuando sea necesario para la reincorporación del trabajador; la contratación o ampliación de cobertura de seguros médicos destinados a reducir el absentismo y de seguros de riesgo.
Para poder ser beneficiario de esta subvención es necesario ser titular del centro de trabajo donde se vayan a realizar las actuaciones, deben estar ubicados en Castilla y León y contar con al menos un trabajador por cuenta ajena. La entidad podrá subcontratar con terceros hasta el cien por cien de la ejecución de las actividades subvencionadas.