El diputado de Cs en el Congreso Edmundo Bal, el procurador de las Cortes de Castilla y León Francisco Igea y el exconcejal en el Ayuntamiento de Madrid Santiago Saura están decididos a promover un nuevo partido de centro para las siguientes generales. "Quiero decirle una cosa a mi partido, ellos se quedan con la caja, nosotros nos llevamos las ideas", ha dicho Bal en declaraciones a los medios antes de reunirse en Madrid con una quincena de miembros del Consejo General de Cs.
Con ellos van a impulsar ese nuevo proyecto después de dar por "muerto" a Ciudadanos, ha recalcado Bal, cuya dirección acordó no concurrir el 23J tras los pésimos resultados en las municipales y autonómicas de mayo. De este grupo forman parte los cuatro consejeros a los que el partido ha abierto un expediente disciplinario por sus críticas a la Ejecutiva: Edmundo Bal, Francisco Igea, Víctor Gómez Frías y Borja Soto.
Bal tiene claro que los seis millones de españoles que se declaran de centro en los estudios demoscópicos no pueden quedarse sin una papeleta para poder votar. Ha acusado a los líderes naranjas, Adrián Vázquez y Patricia Guasp, a quienes ha llamado "Stalinvazquez y Patricia von Guasp", de haber "asesinado" al partido porque ha habido premeditación y alevosía y un interés por quedarse con la caja (unos 7 millones de euros, según estos dirigentes) para dedicarla "a sus intereses personales".
Igea también ha insistido en que tienen "la obligación" de construir ese proyecto liberal, transparente y reformista, y "con las mejores políticas" que en su día representó Cs y que ahora ha desaparecido. Reprocha a su partido que en lugar de estar ahora advirtiendo a los españoles del peligro que supone permitir la entrada de Vox en las instituciones, "esté callado y alguno sonriente". Santiago Saura, que estuvo en el equipo de Begoña Villacís en el Ayuntamiento de la capital, ha apostado igualmente por construir un nuevo espacio político "más amplio y diferenciado" de cara al futuro.
Saura, al igual que los consejeros que les acompañan hoy, no acudirá el viernes al Consejo General de Cs por solidaridad con los compañeros expedientados y en protesta por las maniobras que atribuyen a la dirección para "alterar las mayorías" del cónclave.