El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, pidió hoy a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, que se "derogue" la protección actual que hay sobre el Lobo, así como su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESRPE), y aprobar una nueva orden que "permita" su caza, "respetando los criterios medioambientales", y lograr así un "equilibro que ahora no tenemos". Así lo indicó hoy durante su visita a Cigüenza (Burgos) para conocer de primera mano la situación de una explotación ganadera afectada por los ataques del lobo.
En su intervención ante los medios, el vicepresidente autonómico exigió a la ministra que "de una vez por todas se adapte la normativa a la realidad que están viviendo los ganaderos en el medio rural". "El lobo es una especie que cada vez se está multiplicando más, y cada vez tenemos menos ganaderos en nuestras comarcas", lamentó. El vicepresidente, que acudió al municipio burgalés acompañado del viceportavoz de Vox en las Cortes, Iñaki Sicilia, lamentó que los ataques de lobo son un "goteo que sucede constantemente", por la "hipocresía, el error y la insistencia en cierto fanatismo ideológico que tienen algunas élites que gobiernan las instituciones europeas".
Celebró así que desde la Junta de Castilla y León se haya "modificado el criterio sobre cuál debe ser la protección del lobo a nivel comunitario". "Lo veníamos reclamando desde la constitución de este Gobierno. Hemos hecho los deberes, la parte que nos tocaba", afirmó, a la vez que recordó que el año pasado se actualizó el Censo de Poblaciones de Lobo en Castilla y León, así como la unión con Cantabria, Galicia y Asturias para "hacer un frente común en defensa de la realidad, el sentido común y los intereses del campo y los ganaderos".
García-Gallardo considera que "se llega tarde y en cierto modo mal, pero al menos se llega", y esperan que se puedan ir "superando" los trámites necesarios para que "se empiecen a gestionar correctamente las poblaciones de lobo". "Hay que imponer un criterio de realismo y de pragmatismo frente al animalismo y mascotismo que está rigiendo en el Gobierno de España", afirmó el vicepresidente autonómico, que considera que se debe imponer el "sentido común", y "hasta ahora no se ha hecho".
Trasladó así el "compromiso total" de su Gobierno con el medio rural, que ha sido "olvidado" durante muchos años. Prueba de ello es la visita de hoy a la localidad burgalesa de Cigüenza, para "conocer de primera mano" las inquietudes y necesidades de las personas que viven en el medio rural. "Saber qué es lo que necesitan y defenderles en condiciones, como no se ha hecho hasta ahora", apostilló.
Por ello, destacó visitas como la de hoy, para reclamar que se "gestionen correctamente" las poblaciones del lobo, "se defiendan los intereses de los ganaderos". Todo esto permitirá afrontar lo que "tanto necesita" esta tierra, como es el "relevo generacional en el campo".
En este punto, García-Gallardo lamentó que muchos jóvenes no quieren continuar con las actividades agrícolas y ganaderas de sus padres y abuelos, "porque estas actividades han dejado de ser, rentables por culpa de este tipo de imposiciones ideológicas de la izquierda y el resto de sus satélites", afirmó el vicepresidente. Una situación que señala que hay que "frenar" para que las medidas que se adoptan desde la Junta "terminen de ser efectivas".
"Podemos dar ayudas económicas a la incorporación de jóvenes al medio rural, pero si las actividades no son rentables de manera sostenida, estos no van a querer y se van a seguir vaciando nuestros pueblos", afirmó el vicepresidente. "Pedimos que el Gobierno central colabore y deje de poner palos en las ruedas de las actividades propias del medio rural", añadió.
"No queremos que se vuelva a la situación de principios del siglo pasado, donde la especie estuvo realmente amenazada, pero lo que tampoco queremos es acabar como ahora, que la población realmente amenazada es la de los ganaderos", explicó García-Gallardo. Indicó así que esta situación afecta incluso al "estilo de vida" de sus habitantes. "Antes los niños de los pueblos podían caminar libremente y con tranquilidad por los montes, y ahora, con la presencia de los lobos, que acceden incluso a los núcleos de las poblaciones, la población está cada vez más asustada, porque el ataque de un lobo a una persona puede suceder en cualquier momento", continuó.
Finalizó su intervención dirigiéndose una vez más al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, al que pidió que "rija el sentido común, se recupere la cordura y se puedan gestionar estas poblaciones de lobo", para que la vida en los pueblos "vuelva a ser posible".