La Guardia Civil ha cerrado la investigación por el homicidio ocurrido en la localidad de Sotillo de la Adrada de un anciano de 90 años que desapareció el pasado mes de septiembre. Activado el dispositivo de búsqueda y pocos días después de la desaparición, los agentes encontraron a la víctima dentro de un bidón cubierto de cal en el interior del vehículo del presunto autor del homicidio, su cuidador, cuando intentaba ocultar el cadáver en una finca de esta localidad.
En ese momento el detenido se autoinculpó. Declaró que estaba regresando del hospital con esta persona de avanzada edad, de la que se encargaba de su cuidado y atención, momento en el que discutieron y lo estranguló con el cinturón de seguridad.
La mujer del cuidador manifestó que su marido se encargaba del cuidado de un anciano de 90 años y que en el mes de julio cuando le recogió de un hospital, durante el trayecto al domicilio, el anciano empezó a encontrarse mal y murió en el coche. Ante su fallecimiento, declaró que su marido ocultó el cadáver en un trastero de un piso propiedad del matrimonio en la localidad de San Martín de Valdeiglesias (Madrid) y le exigió a su marido que contara lo sucedido a la Guardia Civil, negándose a ello y trasladando el cuerpo a otro lugar.
Ahora la operación "Dolomía" ha culminado tras varios meses de investigación con la detención también de la pareja de este cuidador. Los agentes han podido constatar que esta mujer participó como cómplice del autor material del homicidio al haberle ayudado a ocultar el cadáver para intentar evadirse de la justicia.
Cuando los agentes recibieron la alerta de desaparición en el mes de septiembre, se activó un dispositivo de búsqueda y localización por parte de la Guardia Civil. Pocos días después los investigadores se desplazaron a una finca rústica del paraje conocido como Zarramudo de Sotillo de la Adrada. Allí se encontraron al sospechoso, el cuidador del anciano, junto a su vehículo con una caja de madera en su interior.
Tras la inspección técnico ocular y la apertura de la caja de madera en presencia de la comitiva judicial se comprobó que dentro de la caja había un bidón de plástico. De su interior se extrajo el cuerpo sin vida de una persona cubierto de cal. A priori, no pudo ser identificado, aunque se trataría de un hombre de avanzada edad, posiblemente el desaparecido. Fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia y determinar las causas y circunstancias de la muerte así como su identidad.
Con los indicios obtenidos, se detuvo y puso a disposición judicial al cuidador del anciano como presunto autor de un delito de homicidio.
La Guardia Civil realizó un registro en el domicilio del detenido en San Martín de Valdeiglesias donde se intervino una cantidad superior a los 64.000 euros en efectivo. Con el objetivo de descubrir cuál era el origen de este dinero, se descubrió que se habían realizado numerosos reintegros en cajeros automáticos de las cuentas bancarias de la víctima una vez había fallecido.
Además, los agentes han podido concluir que el matrimonio tenía acceso a todas las cuentas y tarjetas bancarias de la víctima. Aprovecharon que el fallecido carecía de vínculos familiares y afectivos con otras personas para apropiarse de todo su patrimonio mediante engaño. También habían adquirido dos vehículos con el dinero del anciano e incluso le convencieron para poner un inmueble de su propiedad a su nombre. Se estima que el dinero del que se habrían apropiado en metálico y bienes alcance los 500.000 euros.
Esta operación ha sido desarrollada por el grupo de delitos contra las personas y el laboratorio criminalista de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ávila, con la colaboración de la Policía Judicial de Arenas de San Pedro y los puestos de Sotillo y de la Adrada.