La ONU: "Los civiles en Gaza corren un peligro extremo"

Europa Press
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La Organización de Naciones Unidas y las ONGs reclaman un alto el fuego, la liberación "inmediata" de rehenes y la protección de los civiles y la infraestructura de la Franja

Destrucción causada por los ataques del Ejército de Israel contra la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza - Foto: Ahmed Zakot / DPA Archivo

El Comité Permanente entre organismos (IASC), mecanismo dedicado a coordinar el trabajo entre las agencias de Naciones Unidas y las ONG, ha alertado este jueves de que los civiles en la Franja de Gaza corren "un peligro extremo mientras el mundo mira" y han pedido un alto el fuego, la liberación "inmediata" de rehenes y la apertura de más pasos para la entrega de ayuda humanitaria al enclave palestino.

El IASC ha recalcado en un comunicado que "decenas de miles de palestinos, en su mayoría mujeres y niños, han muerto y han resultado heridos en Gaza" a causa de la ofensiva lanzada por el Ejército de Israel tras los "brutales ataques" ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).

"Más de las tres cuartas partes de la población se han visto obligadas a abandonar sus hogares, muchas veces en múltiples ocasiones, y se enfrentan a una grave escasez de alimentos, agua, saneamiento y atención sanitaria: las necesidades básicas para sobrevivir", ha recordado.

Así, ha alertado de que "el sistema de salud continúa deteriorándose sistemáticamente, con consecuencias catastróficas" y han detallado que "a 19 de febrero, solo doce de los 36 hospitales con capacidad para hospitalizar pacientes seguían funcionando, y solo parcialmente". "Ha habido más de 370 ataques contra la atención sanitaria en Gaza desde el pasado 7 de octubre", ha agregado.

"Las enfermedades proliferan. La hambruna acecha. El agua llega a cuentagotas. La infraestructura básica se ha visto diezmada. La producción de alimentos se ha detenido. Los hospitales se han convertido en campos de batalla. Un millón de niños y niñas enfrentan traumas diarios", ha lamentado, antes de reiterar que "no hay ningún lugar seguro en Gaza".

En este sentido, han hecho hincapié en que la ciudad de Rafá (sur), en la frontera con Egipto, es "el último destino de más de un millón de personas desplazadas, hambrientas, traumatizadas y hacinadas en una pequeña franja de tierra" y un lugar "convertido en otro campo de batalla en este brutal conflicto".

"Una mayor escalada de violencia en esta zona densamente poblada provocaría un gran número de víctimas. También podría asestar un golpe mortal a una respuesta humanitaria que ya está de rodillas", ha alertado el IASC, que ha denunciado que los trabajadores humanitarios, "ellos mismos desplazados y sufriendo bombardeos, muerte, restricciones de movimiento y una ruptura del orden civil", siguen trabajando "para ayudar a quienes lo necesitan".

"Obstáculos" a la entrega de ayuda

Sin embargo, ha lamentado que "ante tantos obstáculos, entre ellos la seguridad y las restricciones de movimiento, no pueden hacer mucho" y ha subrayado que "ninguna respuesta humanitaria compensará los meses de privaciones que han soportado las familias en Gaza".

Por ello, ha hecho un llamamiento de diez puntos que incluye "un alto el fuego inmediato", "la protección de los civiles y la infraestructura de la que dependen", "la liberación inmediata de los rehenes", "puntos de entrada seguros que nos permitirían llevar ayuda desde todos los cruces posibles, incluido el norte de Gaza" y "garantías de seguridad y paso sin obstáculos para distribuir ayuda, a escala, en toda Gaza, sin denegaciones, demoras ni impedimentos de acceso".

Asimismo, el organismo ha reclamado "un sistema de notificación humanitaria funcional que permita que todo el personal y los suministros humanitarios se desplacen dentro de Gaza y entreguen ayuda de forma segura", "carreteras transitables y barrios libres de artefactos explosivos" y "una red de comunicación estable que permita a los trabajadores humanitarios moverse de forma segura".

Los últimos dos puntos hacen referencia a la situación de las agencias de Naciones Unidas y las ONG que operan en el territorio, con una petición para que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), "columna vertebral de las operaciones humanitarias en Gaza", "reciba los recursos que necesita para proporcionar ayuda vital", así como "el fin de las campañas que buscan desacreditar a Naciones Unidas y a las organizaciones no gubernamentales que hacen todo lo posible para salvar vidas".

"Las agencias humanitarias siguen comprometidas, a pesar de los riesgos. Pero no se puede dejar que recojan los pedazos. Hacemos un llamamiento a Israel para que cumpla con su obligación legal, bajo el Derecho Internacional Humanitario y los Derechos Humanos, de proporcionar alimentos y suministros médicos, y facilitar las operaciones de ayuda, y a los líderes del mundo para que eviten que ocurra una catástrofe aún peor", ha zanjado.

Entre los firmantes figura el coordinador de Ayuda de Emergencia y secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths; la directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Amy Pope; el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk; el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi; la directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Catherine Russell; la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Cindy McCain; y el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Asimismo, figuran la directora ejecutiva del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), Natalia Kanem; el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Qu Dongyu; el administrador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Achin Steiner; el director ejecutivo interino del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), Michal Mlynár; la secretaria general adjunta y directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous; y la relatora especial de la ONU sobre los Derechos Humanos de los desplazados internos; Paula Gaviria Betancur.

A ellos se suman Sofía Sprechmann Sineiro, secretaria general de CARE Internacional; Jane Backhurst, Presidenta de ICVA (Christian Aid); Jamie Munn, director ejecutivo del Consejo Internacional de Agencias Voluntarias (ICVA); Tom Hart, director ejecutivo y presidente de InterAction; Tjada D'Oyen McKenna, directora ejecutiva de Mercy Corps; y Janti Soeripto, presidenta y directora ejecutiva de Save the Children. "La UNRWA apoya completamente esta declaración, apostilla el comunicado.