Unos vándalos se subieron al balcón del Ayuntamiento del Condado de Treviño durante la madrugada del pasado viernes al sábado para arrancar y prender fuego a las banderas de España, la UE y Castilla y León. Acto seguido, los mismos sujetos colocaron en el mástil central la ikurriña, la insignia del País Vasco, según publicó el martes el Diario de Burgos.

La Guardia Civil confirmó los hechos a este rotativo y explicó que la investigación por un delito de daños se llevará a cabo por parte de la Unidad de Policía Judicial. El propio alcalde del Condado, Adolfo Estavillo, denunció el caso en el cuartel. El suceso tuvo lugar durante la celebración de las fiestas patronales del Condado de Treviño, en las que también se han registrado otros actos de vandalismo como la quema de papeleras, la rotura de botellas de cristal e incluso el destrozó de un muro de piedra.

Unos sujetos se subieron al balcón de la Casa Consistorial el sábado, 22 de junio, entre las 6.00 y las 8.00 horas para arrancar las tres banderas oficiales que debe lucir este municipio y en el mástil central instalaron la de la región vecina. Pero no solo retiraron las insignias, sino que también las prendieron fuego en el callejón que se encuentra entre el propio Ayuntamiento y la iglesia de San Pedro Apóstol, según recoge en sus páginas Diario de Burgos. El alcalde apuntaba que la Casa Consistorial no dispone de cámaras de seguridad, aunque indicó que «sí que hay otros comercios de al lado que las tienen y eso la policía tendrá que investigarlo». Añadió que los responsables municipales se mantendrían «al margen».

Condenas al suceso

Al respecto, el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, trasladó su «más firme condena a la quema de las banderas de Castilla  y León, España y Europa, símbolos de nuestra unión e identidad».
Lamentó el suceso en su cuenta de X y recalcó que «Treviño es un municipio de Burgos y desde nuestro Gobierno estamos a su servicio y siempre lo defenderemos». 

Por su parte, el delegado de Gobierno, Nicanor Sen, condenó ayer enérgicamente unos hechos que suponen «un desprecio a los símbolos que representan la unión y el respeto entre comunidades» y también «atenta contra los valores de convivencia y tolerancia».

«La quema de banderas es un acto que incita al odio y a la división, socavando los principios fundamentales sobre los cuales asienta nuestra sociedad», señaló Sen, quien considera crucial recordar que las diferencias se resuelven «a través del diálogo y la cooperación» y no mediante «acciones destructivas y provocadoras».

Sen insistió en la necesidad de que los ciudadanos rechacen «estos comportamientos» e invitó «a trabajar juntos por un futuro basado en el respeto mutuo y la paz». «No permitamos que actos aislados de odio definan quiénes somos como comunidad, debemos responder con firmeza y con un compromiso renovado hacia la convivencia pacífica y el entendimiento mutuo», finalizó.