El pacto que PSOE y PP sellaron la semana pasada para renovar el Consejo General del Poder Judicial no significará, bajo ningún concepto, una tregua en la labor de oposición al Gobierno socialista. Ese fue el mensaje que -alto y claro- quiso transmitir ayer el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, que sigue vislumbrando un posible adelanto electoral antes de que finalice el año.
Feijóo advirtió que no relajará la oposición implacable al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y mantendrá a su partido en algo parecido a una movilización permanente por si hay adelanto de las generales, una posibilidad que él mismo no descarta ante la incertidumbre abierta en Cataluña.
El apretón de manos en Bruselas entre el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y el vicesecretario de Institucional del PP, Esteban González Pons, tras rubricar el pacto judicial dejó una imagen poco común en esta XV legislatura, marcada por la crispación y la polarización. El propio Pons -parafraseando la mítica frase de Bogart en Casablanca- llegó a exclamar que tras dos años negociando los dos, suponía «casi el principio de una gran amistad».
Sin embargo, la dirección nacional de los populares ya deja claro que «seguirá dando estopa» al Gobierno de Sánchez y que no le va a dar «tregua». «Nosotros no soltamos la presa», recalcaron fuentes del equipo de Feijóo. Además, su portavoz en el Congreso, Miguel Tellado, recalcó ayer que será «muy difícil» llegar a nuevos acuerdos con los socialistas porque «ha dejado de ser un partido de Estado».
Y como prueba de que el PP no bajará el diapasón, en Génova destacan que, un día después de la firma para renovar el gobierno de los jueces, Feijóo se lanzó contra Sánchez en el Congreso para pedirle la dimisión del fiscal general del Estado y le retó de nuevo a ofrecer explicaciones sobre las investigaciones judiciales que afectan a su entorno familiar. De hecho, los populares ya han anunciado que sentarán a Sánchez a partir de septiembre en la comisión de investigación del Senado sobre el llamado caso Koldo.
Ese marcaje se acentuará esta semana, en la que está previsto que la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, acuda a declarar el próximo viernes ante el juez en calidad de investigada por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Aparte de denunciar la situación «insostenible» del fiscal general y exigir su dimisión, la formación conservadora también pondrá el foco en la financiación singular para Cataluña, que ha prometido el Gobierno para ablandar la resistencia de Esquerra a apoyar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. «No podemos ser condescendientes con un reparto asimétrico de fondos para comprar la permanencia de Sánchez en el Gobierno», subrayan desde la dirección del PP.
Ve debilitado al presidente
En Génova consideran que el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial acrecienta la debilidad parlamentaria de Sánchez al abrir más grietas en la relación del PSOE con sus socios, quienes a partir de ahora van a «incrementar el precio».
Según los populares, lograr los «síes en el Parlamento no será más barato a partir de ahora sino más caro» y «en algún momento el Gobierno se quedará sin moneda para pagarlos».
En este escenario, y con la incertidumbre de lo que ocurrirá en Cataluña, el PP no ve factible que el Gobierno pueda sacar adelante unos Presupuestos Generales del Estado -que ya ha activado- ante la imposibilidad de «convencer a ERC y Junts de lo mismo al mismo tiempo», señalan.
Maquinaria engrasada
La dirección nacional del PP quiere mantener engrasada la maquinaria electoral, máxime cuando la situación en Cataluña (con Illa y Puigdemont incapaces de sumar los apoyos necesarios) apunta a una posible repetición de los comicios el próximo 13 de octubre. En la cúpula tampoco descartan que Sánchez pueda decidir aprovechar la coyuntura y adelantar las generales.
Así lo verbalizó el propio Feijóo. «El PP está barajando la posibilidad de unas elecciones anticipadas antes de que finalice 2024», aseveró, para insistir en que no lo descarta y que Sánchez hará lo que «le interese». Y ya apuntó también en esa dirección hace tres semanas ante el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Popular.