La cita electoral del pasado 28 de mayo dejó tocado a Ciudadanos. En realidad, casi hundido. Perdieron prácticamente el poco poder que mantenían en las regiones y ayuntamientos y en el acto de contrición que realizaron tras su debacle llevaban su propia penitencia. Con unas generales a la puerta, no tenía sentido alguno presentarse a la Presidencia del Gobierno. «Los españoles no nos ven como una alternativa política», lamentaba Adrián Vázquez, único comandante de la formación naranja a partir de septiembre, tras abandonar Patricia Guasp este mes todos sus cargos en el partido. No había duda. Los dirigentes debían inducir sus siglas a un coma profundo para ganar tiempo y repensar el espacio político para las ideas de centro liberales que defienden. 

Pasados ya el 28-M y el 23-J de las hojas del calendario electoral de este año, el aire podría estar entrando de nuevo en los pulmones de Ciudadanos con 2024 y 2025 horizonte y una posible vuelta a sus orígenes. Primero, presentándose a las elecciones europeas de junio del año que viene y, quizás luego, a las catalanas.

Las urnas al Parlamento Europeo se instalarán para los Veintisiete en junio del año próximo y la dirección naranja nunca ha descartado esta opción. 

Cuando decidieron no concurrir a las generales de este verano evitaban un nuevo batacazo electoral, mantenían sus arcas saneadas y podían poner el punto de mira en las elecciones europeas de 2024, donde el objetivo mínimo sería volver a conseguir la docena de eurodiputados que la formación logró en 2019.

Las europeas podrían servirles de trampolín, pero si hay un éxito que resucitara a Ciudadanos sería volver a convencer en Cataluña como sucedió en 2017, cuando la formación liderada entonces en esta Comunidad por una prometedora Inés Arrimadas hacía historia ganando los comicios con un millón de votos y 37 escaños. 

Lo cierto es que aquella fue una victoria agridulce porque quien logró sumar posteriormente una mayoría absoluta para gobernar fueron las fuerzas independentistas. Pero, por lo pronto, parece que la intención de concurrir a las urnas está ahí. Así lo demostraron hace unos días las palabras de Carlos Carrizosa, el actual presidente del partido en esta región. «Eso está absolutamente fuera de toda discusión y de toda duda, por supuestísimo», apuntaba el dirigente, que dejó claro que aspiran «a superar nuevamente al PP y, desde luego, poner a Vox en el lugar que le corresponde, que es por debajo de Cs de Cataluña».

Es más, avanzó incluso que su formación volverá a estudiar si concurrir o no a unas elecciones generales en caso de que haya repetición electoral «visto que el PP no ha sido capaz de sumar y visto también que incluso con siete o hasta con cuatro diputados de Cs, las cosas podrían ser muy diferentes», zanjaba. Así se refirió a la situación actual, en la que ni el líder popular, Alberto Núñez Feijóo, ni el presidente en funciones, Pedro Sánchez, tienen garantizados los apoyos para poder gobernar, por lo que Carrizosa considera que «hace falta un partido de centro que sea capaz de inclinar los gobiernos de España, sin que pesen más en esa balanza aquellos que quieren romper España», agregó en alusión al independentismo.

De ahí, que apunte que Cs debe «perseverar en poner en valor el espacio del centro político», y apuntó que para ello debe abrir su marca y seguir buscando apoyos entre la sociedad civil e incluso entre pequeños partidos, aunque no aclara a quién se refiere concretamente.

Un complicado futuro. Con unos ambiciosos objetivos de cara al futuro, Ciudadanos deberá a corto plazo rearmarse -de nuevo- tras la salida de Guasp, que hace unos días abandonaba totalmente la política para regresar a la actividad privada por motivos «estrictamente personales». 

Los miembros del partido tendrán que volver a votar para elegir a la persona que acompañará a Vázquez en la directiva bicéfala que emergió de las primarias de principios de año, pero nada se sabe de quién ocupará la Portavocía Política. Decían en los mentideros que la eurodiputada Eva Poptcheva podría dar un paso al frente, pero desde el partido lanzan balones fuera y argumentan que es una mujer con una trayectoria «brillante», pero que desconocen por ahora si existe tal intención. 

Tocados, pero no hundidos y con las arcas saneadas, Ciudadanos parece que tiene que poner muchos ladrillos todavía para reconstruir en España su proyecto liberal.