El violonchelo no fue la primera opción de Asier Mediavilla, pero cuando escuchó su sonido por primera vez, se enamoró de él, y hoy en día no se imagina tocando otro instrumento. Natural de Cataluña pero residente en Burgos prácticamente desde que nació, este joven con síndrome de Down, lleva siete años tocando el violonchelo, y su pasión por este instrumento se puede apreciar en el cariño que desprenden sus palabras al hablar de lo que supone para él tocarlo. El próximo 4 abril, junto a más de 40 artistas con y sin discapacidad, demostrará sus habilidades con el violonchelo en la gala SuperArte que organiza la Fundación SIFU en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid.
Este espectáculo de música y danza aterriza por primera vez en Castilla y León, y busca dar visibilidad y poner en valor las capacidades de las personas con diversidad funcional a través del arte. Entre los participantes están algunos de los artistas becados por la Fundación SIFU, como es el caso de Asier Mediavilla, que recibió el año pasado una beca SuperArte, destinada a financiar estudios de música y danza a personas con diversidad funcional.
Asier comenzó a tocar el violonchelo cuando apenas contaba con once años, y aunque en un principio se inició con el piano, el violonchelo llegó a su vida tras superar las pruebas de acceso al Conservatorio Profesional Rafael Frühbeck, en Burgos. "Me encantaba su sonido, es como si hablase voz humana", afirma Asier en referencia a la primera vez que escuchó el sonido del violonchelo.
"No nos lo esperábamos", afirma la madre de Asier, Nuria Franco, que explica que pese a que no conocía este instrumento, se enamoró muy pronto de su sonido. "Se sintió súper identificado con ese sonido más grave del violonchelo y se le veía cada día más contento", añade. Una felicidad que siete años después no deja de crecer, y que le ha llevado a esforzarse día a tras día. "Toca todos los días, incluso fines de semana", afirma su madre, que señala orgullosa la felicidad que irradia Asier cuando está tocando.
Tras acabar su formación en el conservatorio, donde estuvo siete años, "lo máximo que se pudo mantener porque no hay adaptación curricular", explica su madre, este joven chelista continúa hoy formándose en la Escuela Municipal de Música 'Antonio Cabezón'. La beca SuperArte, concedida por la Fundación SIFU cubre con los gastos del curso gracias al patrocinio del grupo bodeguero Alma Carraovejas. "Han apostado por Asier y lo eligieron por los valores que la empresa tiene: esfuerzo, tesón, trabajo, el valor de la diferencia, de que todo aporta cuando se hace con cariño esfuerzo y amor", afirma su madre.
"La beca me sirve para continuar los estudios y tocar e ir a sitios mágicos e increíbles", afirma Asier, que recuerda con cariño los lugares que ha podido visitar gracias a la música, así como todos los que espera poder visitar algún día. Al respecto, ambos recuerdan el momento exacto en el que Asier decidió que quería ser chelista.
"Fue en Navidad de 2019, estaba practicando con el chelo, se sentó muy formal, con los brazos cruzados y me dijo que lo había pensado mucho y de mayor quería ser chelista", recuerda su madre. Sin embargo, no fue lo único que tuvo claro esas Navidades, porque solo unos días después, le aseguró a su madre que quería ser violonchelista y viajar por todo el mundo, como uno de sus grandes referentes, Pau Casals.
Para lograrlo, Asier tiene muy claro que debe practicar mucho con el violonchelo, y en ello está. Acude a la Escuela de Música todos los miércoles , y durante tres horas y media practica con su instrumento. Nuria Franco explica que son menos horas que las que hacía cada semana en el conservatorio, donde a veces acudía hasta cuatro días a la semana, pero aprovecha bien las horas que está allí y luego continúa practicando en casa. En este punto, su madre destaca todas las cosas positivas que le ha aportado la música. "A nivel de autoestima es una pasada lo que le aporta, y también a nivel de autonomía personal", afirma.
Sus padres no tocan ningún instrumento, sin embargo Asier no es el único apasionado de la música en su familia. Su hermana pequeña, de 15 años, comparte esta misma afición, aunque su instrumento es el piano, y varias veces le ha acompañado en alguna de sus actuaciones. "Me encanta tocar con ella", afirma Asier.
A su amor por la música se une otra gran pasión, el cine, y en concreto las bandas sonoras de las películas. Esto despierta un gran interés en Asier, y uno de sus sueños sería poder componer bandas sonoras para filmes, tal y como hacen algunos de sus grandes referentes: Hans Zimmer, Ennio Morricone o John Williams, entre otros.
La gala de SuperArte se celebra el próximo 4 de abril en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid, donde Asier Mediavilla podrá mostrar ante el público sus habilidad con el violonchelo. Él afirma no estar nervioso, y al contrario, se le ve emocionado y con ganas de demostrar todo lo que sabe. Para ello se está preparando muy bien, y durante el recitar participará en las canciones 'Volar y vivir' de la película CampeoneX; 'L'amour Toujours' de Gigi D'Agostino, 'Lascia la spina' de Haendel, 'Vuelo contigo' de Alejandro Abad y el 'Medley 2024' (O mio babbino caro-Sweet Child O'mine) música de Puccini and Guns & Roses.