Luis Miguel de Dios

TRIGO LIMPIO

Luis Miguel de Dios

Escritor y periodista


A Villalar

23/04/2024

Las preguntas son casi perogrullescas: ¿hasta dónde está dispuesta a llegar la Junta con tal de asfixiar y destruir Villalar?, ¿las maniobras responden a una simple táctica, a una estrategia urdida en silencio o a calentones repentinos de algunos prohombres de Vox tolerados desde el PP?, ¿habrá más ediciones de este Gran Prix de tapas, correcalles y folklore de andar por casa que este año ha llegado a ocho capitales de provincia más Ponferrada, Aranda, y Miranda?, ¿hará balance triunfalista Carlos Pollán después de que varias formaciones hayan abandonado la Fundación Castilla y León que preside?, ¿qué nos depararán las próximas palabras de García-Gallardo?, ¿por qué a la derecha le produce sarpullidos y urticaria la concentración popular en el pueblo comunero?, ¿qué lectura vienen haciendo desde hace decenas de años?, ¿no se había normalizado la situación con el paso adelante de Juan Vicente Herrera y sus visitas, bien que madrugadoras y relampagueantes, al pueblo comunero?, ¿por qué nadie contesta a las llamadas del alcalde de Villalar para intentar coordinar algo y saber qué va a hacer el gobierno castellano-leonés?

Son muchas preguntas, pero todas tienen una explicación similar: la Junta quiere cargarse Villalar y ha elegido el camino del silencio y de los hechos consumados. No hacemos manifestaciones "ostentóreas", que decía Jesús Gil; no propiciamos los choques verbales y no maniobramos claramente contra el 23 de abril (la fiesta está recogida en el Estatuto de Autonomía), pero le restamos apoyo económico, la desprestigiamos y la "descentralizamos" bajo la disculpa de que llegue a más gente repartiendo las sedes por todas las provincias. Ya lo intentó Aznar y salió como salió, aunque él no lo vio; se había marchado de aquí solo dos años después de ser elegido presidente de la Junta. Ahora, este año, y los venideros, hay que responder como entonces. Es decir, yendo a Villalar, hacer acto de presencia y, sobre todo, a reivindicar soluciones para esta tierra, a gritar que nos sentimos muy orgullosos de ser de aquí y de seguir luchando para que Castilla y León vaya a más. Hoy, ¡a Villalar!