Catalina vuelve a brillar

EFE
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Una sonriente princesa de Gales reaparece en público por primera vez desde que desveló que padece cáncer para conmemorar el 'Trooping the Colour' junto al resto de la familia real

Catalina (c), junto a su esposo Guillermo, sus tres hijos y los reyes Carlos y Camila, saluda desde el balcón del Palacio de Buckingham. - Foto: Tolga Akmen (EFE)

Radiante, con un dos piezas blanco, sombrero a juego y su más valiosa joya, esa sonrisa relajada y cercana que ha sabido robarle el corazón al pueblo británico, la princesa de Gales, Catalina, reapareció ayer por primera vez en público después de meses de rumores y alarma tras desvelar que padece cáncer. Una enfermedad contra la que continúa luchando, con altos y bajos como ella misma ha confesado, pero que no la impidió mostrar su mejor semblante junto a los suyos al participar en la ceremonia del Trooping the Colour (Desfilando el Estandarte) que conmemora el cumpleaños oficial de los reyes británicos desde hace más de 260 años.

Calatina acaparó todos los focos del evento. Y es que, su imagen, saludando desde el balcón del Palacio de Buckingham acompañada por su marido Guillermo, sus tres hijos y los monarcas Carlos y Camil, era la más esperada del día desde el pasado 22 de marzo, cuando hizo pública su enfermedad, que impactó y hasta la fecha mantiene en vilo al Reino Unido.

A su lado, Carlos III, que también fue diagnosticado de cáncer a comienzos de este año, volvió a evidenciar que la enfermedad no le ha impedido retomar sus actividades, aunque a diferencia de lo que suele hacer, en esta ocasión optó por desplazarse en carruaje y no a lomos de un caballo.

Catalina es uno de los miembros de la familia real más apreciados por la ciudadanía y la noticia de su vuelta a la esfera pública supone una inyección de moral y optimismo dentro del duro año que están viviendo los Windsor que, no obstante, quisieron dejar claro que la presencia de la princesa de Gales en el evento no implica de ningún modo que vaya a retomar su actividad habitual.

La esposa del heredero al trono de Inglaterra apareció a bordo de la Carroza de Cristal junto a sus hijos, Jorge, Carlota y Luis, saludando a los devotos que se habían atrevido a desafiar la incesante lluvia londinense. Llevaba un vestido blanco de la diseñadora Jenny Packham, con un sombrero blanco y negro de Philip Treacy y el broche del regimiento de la Guardia Irlandesa, de la cual es coronel. Y, como no, su sonrisa, que le permitió brillar como solo ella puede hacerlo.