FOES ha alegado nuevamente contra la subida del IBI aprobada por el Ayuntamiento de la capital al entenderla lesiva para los intereses de las empresas de la ciudad y de sus vecinos.

Desde hace años, la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas intenta hacer entender al Ayuntamiento de Soria la necesidad de bajar el tipo impositivo y contemplar bonificaciones para un impuesto que redunda directamente en una ralentización en la creación de empleo en dicho municipio.

Los incrementos anuales de dicho impuesto se vienen acompañando de una significativa reducción de empresas en la ciudad de Soria, que ha perdido más del 5% de su tejido empresarial en la última década.

Lejos de favorecer el establecimiento de mejores condiciones de productividad, competitividad, creación de empleo y atracción empresarial, el Consistorio sube en 2024 el IBI un 3,5% tras aprobar un tipo del 0,594% que, sumado al elevado valor catastral del suelo en Soria, provocan que las empresas y los vecinos de la capital sean los que mayor presión fiscal soportan en España en el ranking de este impuesto.

En sus alegaciones, FOES recuerda que desde la revisión catastral realizada en 2008, el momento más alto de la burbuja inmobiliaria, un local en El Collado soporta incrementos superiores al 186,06% y una nave del Polígono Industrial de Soria ha pasado de pagar 1.580 euros en el año 2008, a los 9.041 euros de 2022, un 263,98% más.

De ahí que la Federación solicite la bajada o el mantenimiento del tipo de interés (la ley permite hasta un mínimo del 0,4%) y la aplicación de bonificaciones, como las que rigen en múltiples municipios españoles.

FOES recuerda al Consistorio de la capital que la situación creada está provocando que empresas de la ciudad de Soria vean más atractivo instalarse en otros polígonos cercanos con el tipo impositivo más bajo.

Fuera de Soria, otros muchos ayuntamientos favorecen el establecimiento de mejores condiciones de productividad para las empresas mediante la bajada de tipos impositivos y la aprobación de bonificaciones a las empresas o comercios, lo que dificulta la atracción de nuevas inversiones.

Mientras Madrid baja el tipo impositivo del 0,456 % al 0,442 %, Logroño, lo rebaja del 0,59 % al 0,58% o Zaragoza, lo mantiene; muchas otras capitales apuestan por las bonificaciones (la ley permite aplicarlas hasta un 95%) por distintas razones.

Entre otros ayuntamientos, el de Logroño ha establecido una bonificación del máximo legal posible respecto del IBI -también una bonificación del IAE-, para aquellos negocios situados en calles donde se hayan efectuado obras por un período superior a los tres meses.

Este supuesto es sumamente significativo para la capital soriana, que en estos momentos soporta multitud de obras. FOES entiende que estas inversiones servirían para mejorar la ciudad a futuro, pero condicionan hoy la actividad de multitud de comercios y negocios.

También el Ayuntamiento de Salamanca contempla la bonificación al 50% del IBI, en este caso durante cinco años, y del Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) a inversiones empresariales iguales o superiores a seis millones de euros que generen nuevos puestos de trabajo en la ciudad.

FOES considera necesario actual sobre aquellas medidas que repercuten directamente sobre el colectivo empresarial, como la bajada del tipo impositivo del IBI, que tiene un efecto beneficioso para la consolidación del sector empresarial y de creación de puestos de trabajo, como han demostrado otros ayuntamientos.

En su escrito de alegaciones, FOES pide al Ayuntamiento de Soria decisiones responsables en aras a favorecer a sus ciudadanos, empresas y autónomos y solicita "la utilización de los instrumentos impositivos a nuestro alcance para facilitar que el sector productivo compita en condiciones de igualdad con su entorno más cercano", entre ellos, la bajada del tipo impositivo y bonificaciones en su cuota "como instrumento de política fiscal que permita el mantenimiento y la creación de empleo en nuestro municipio".