El Unicaja de Málaga venció este sábado por 62-90 durante su visita al Coviran Granada en la jornada 26 de la Liga Endesa, mientras que el Monbus Obradoiro ganó un vital derbi contra el Río Breogán por 83-72, el MoraBanc Andorra derrotó al Casademont Zaragoza por 85-80 y el BAXI Manresa batió 'in extremis' (83-84) al Bàsquet Girona fuera de casa.

Tras su dolorosa derrota en la jornada anterior frente al Real Madrid (81-87), cediendo el liderato de esta Liga ACB, el equipo malagueño curó heridas entre semana gracias a un triunfo sobre el Cholet (85-70) en la Champions League. Sin embargo, los pupilos de Ibon Navarro necesitaban recuperar el brillo que habían tenido en la competición doméstica.

Dicho y hecho, despejaron dudas en el Palacio de los Deportes de Granada con un parcial de 0-9 que volteó el primer cuarto, tras el cual fue creciendo la ventaja del Unicaja de la mano de Nihad Djedovic y de Tyson Carter. Sin sustos después del descanso (29-38), los malagueños rompieron el partido en el tercer acto hasta sellar la victoria y lucir ahora un balance de 21-5 en el segundo puesto, a rebufo del líder (22-3).

Mientras, el Coviran siguió con un registro de 7-19 al borde del descenso y centró miradas en Fontes do Sar.

El derbi gallego, para el Obradoiro

El derbi gallego medía a un Obradoiro con seis victorias en su bagaje antes de este sábado contra un Breogán con siete. Y ni el 25-14 del primer periodo ni el 41-27 del descanso auguraban incordios para el 'Obra', encomendado en su anotación a Rigoberto Mendoza, ayudado por Thomas Scrubb en los momentos clave.

Stefan Momirov sacó a flote al Breogán, que en el cuarto periodo se puso a cinco puntos (72-67). No obstante, el arrojo de Artem Pustovyi impidió que la remontada visitante cuajase.

Esta cosecha del equipo compostelano apretó una lucha por la salvación donde el Andorra (9-17) respiró con sufrimiento, guiado por Tobias Borg y por Tyson Pérez para vencer a un Zaragoza igualado en la clasificación con el Girona (10-16).

No en vano, al equipo gerundense se le escapó en la última jugada un triunfo que había parecido imposible. Tras recuperar en el último cuarto 16 puntos de desventaja (60-76) y llegar a estar uno arriba (83-82), los de Fotis Katsikaris encajaron una penetración a canasta de Brancou Badio y fallaron sobre la bocina definitiva un triple de Ike Iroegbu a la desesperada.