Muchos son ya únicamente una mera referencia bibliográfica y de otros tantos otros apenas queda ya nada en pie. Sólo alrededor de media docena de los 121 ingenios hidráulicos (molinos, batanes, antiguas centrales eléctricas, aserraderos) que existían en 34 localidades sorianas están en buen estado y podrían destinarse a iniciativas turísticas. Son algunas de las conclusiones del proyecto Ríos-SO, un proyecto de la Cátedra Agenda Urbana 2030 del Campus Duques de Soria de la Universidad de Valladolid (UVa), la Mancomunidad de los 150 Pueblos de Soria y la empresa Sinfin Energy, cofinanciada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), gracias a la que se ha logrado inventariar el gran y desconocido patrimonio de infraestructuras hidráulicas en el territorio de esta Mancomunidad.
Un año y medio ha llevado al equipo multidisciplinar compuesto por docentes e investigadores del Campus (ingenieros, geógrafos biólogos y educadores, entre otros perfiles) localizar y catalogar estos ingenios hidráulicos antaño vitales en la vida de las poblaciones para generar alimento y energía y «hoy olvidados», explica Ana Cabrera, técnica coordinadora de Ríos-SO. La investigación bibliográfica, la creación de una base de datos con tecnología QGIS y el posterior trabajo de campo para geolocalizar, documentar y clasificar su tipología y el estado de sus restos fue el primer paso de un plan con el que se busca, sobre todo, que las localidades y sus habitantes sean conscientes del valor de estas construcciones de arqueología industrial y, por ende, fomenten su conservación y rehabilitación con el objetivo final de fomentar la dinamización de la zona a través de diversas iniciativas vinculadas al turismo, la educación o la cultura.
De hecho, ya están comenzando ha registrarse los primeros frutos. «El Ayuntamiento de Vinuesa había recuperado una pieza metálica de la turbina de un aserradero que no sabía qué era. Lo ha prestado para nuestra muestra y quiere ponerlo después en algún lugar donde pueda visitarse», indica Cabrera. También el Consistorio de Almarza está «intentando implicar y coordinar» a los propietarios de los antiguos molinos del municipio y sus agregados en la elaboración de una ruta turística.
Los batanes, centrales eléctricas y otros ingenios hidráulicos que se encuentran en mejor estado de conservación, no más de media docena, recalca la técnica del proyecto, son justo los que pertenecen a manos privadas. El haber pasado de generación en generación vinculados a viviendas ha propiciado su mantenimiento. Que surjan iniciativas de musealización o incluso posibles visitas ligadas a ellos corresponderá, en última instancia, a los propios propietarios, clarifica Cabrera. Algunos se lo están pensando, especialmente como atractivo relacionado con negocios de turismo rural. Sería una fórmula que se ajustaría muy bien a la finalidad de Ríos-SO: la dinamización económica, social e incluso cultural de la zona.
No obstante, también los ayuntamientos podrán divulgar y ofrecer estas construcciones como un recurso turístico más de su oferta. Dentro de este programa, que ha contado con una subvención del Miteco de 175.621 euros (el 90% del coste total del proyecto), los visitantes de estas poblaciones podrán disponer de diferentes placas informativas que, a través de un código QR proporcionarán toda la información. Falta por ultimar si el acceso a ésta se llevará a cabo a través de un audio explicativo (ya grabados) o a la página oficial del programa: lafuerzadelagua. dipsoria. es. En muchos casos, son muy pocos los vestigios de estas antiguas infraestructuras hidráulicas que han sobrevivido. «En algunas localidades no se halló nada. Luego, mirando a algunas casas se encontraron algunas piezas utilizadas como elementos decorativos que sus propietarios no sabían qué eran», señala Cabrera con sentido del humor.
exposición. Precisamente para concienciar del valor de estos antiguos elementos industriales, Ríos-SO continúa llevando a cabo su programa de difusión con conferencias, charlas informativas sobre la generación de energía con agua u otros recursos naturales (la empresa Sinfin Energy ofrece la realización de proyectos en torno a este tema a las localidades que lo soliciten) y una exposición que además de una maqueta elaborada por el Centro Integrado de Formación Profesional (FP) Pico Frentes y programas de visitas virtuales a través de realidad virtual y aumentada. La muestra, que concluyó este jueves en Vinuesa, pero podrá verse en Covaleda el próximo 13 de mayo. En materia de Educación, se han elaborado unas guías didácticas para trabajar en clase y se ha diseñado un curso de emprendimiento de cara a alumnos universitarios.
Tras este proyecto, aún quedan muchos otros molinos en la provincia que inventariar. El objetivo es continuar.