La selección española de balonmano cerró con una derrota su actuación en la Golden League, tras caer este domingo por 31-29 ante la anfitriona Noruega, en un encuentro en el que, pese al marcador adverso, dejó más noticias positivas que negativas.

Empezando por la sobresaliente actuación durante todo el torneo del central Agustín Casado o el paso adelante dado por el lateral Imanol Garciandia, sin olvidar las inmejorables sensaciones dejadas por los jóvenes Jan Gurri y, sobre todo, los hemanos Petar y Djordje Cikusa.

Argumentos todos ellos que no fueron suficientes para doblegar a una selección noruega que hizo valer en el cuarto de hora final una agresividad defensiva que se le atragantó a los jugadores españoles.

Pese al carácter amistoso de la contienda quedó claro desde la convocatoria que el conjunto noruego afrontaba la cita dispuesto a tomarse la revancha de la derrota encajada el pasado mes de enero ante los 'Hispanos' en los cuartos de final del Mundial de Polonia y Suecia.

Tal y como quedó claro con el descanso que el seleccionador noruego Jonas Wille concedió a piezas clave como Sander Sagosen, Magnus Rod o Magnus Gullerud en el choque del sábado ante los Países Bajos, que costaron la derrota (33-37) a los nórdicos, para que llegaran frescos al partido con España.

Un descanso que no pudo sentar mejor a la superestrella noruega, un motivadísimo Sander Sagosen, que firmó cuatro de los cinco primeros tantos de Noruega, que pese al espectacular arranque del jugador del Kolstad no pudo distanciarse (5-5) en el marcador.

Y es que si los nórdicos pueden presumir del amplio catálogo de recursos ofensivos que maneja Sander Sagosen, el conjunto español puede alardear de la solidez defensiva de la que le dotan jugadores como el portero Gonzalo Pérez de Vargas.

El guardameta español se encargó de truncar la racha goleadora de Sagosen, que no volvería a marcar hasta los instantes finales de la primera parte, tras detener dos penaltis al jugador noruego.

Pero todo el buen trabajo defensivo de los 'Hispanos' no tuvo correlación en ataque, donde pese a las pinceladas de calidad de Agustín Casado, muy entonado durante todo el torneo, los de Jordi Ribera no lograron dotar de la fluidez necesaria a su ofensiva.

Un atasco que condenó a España a contabilizar casi ocho minutos sin marcar, un lastre que hubiera costado un severo correctivo a cualquier equipo, pero no al conjunto español, que, aferrado a su defensa, y, sobre todo, a las paradas de Pérez de Vargas, se mantuvo a flote (7-5) en el tanteador.

Intervenciones que poco a poco fueron mermando al conjunto noruego, que en el momento que se quedó sin los goles de Sagosen se diluyó por completo, lo que permitió a los 'Hispanos' dar la vuelta al marcador con un parcial de 0-5 que los situó con una renta de tres tantos (7-10).

Una diferencia que los 'Hispanos' no supieron conservar en un tramo final de la primera mitad en el que el lateral derecho Magnus Rod, otra de las estrellas que descansaron el sábado ante los Países Bajos, tomó el relevo a Sander Sagose en el capitulo goleador para poner con sus imponentes latigazos las tablas (13-13) al llegar el descanso.

Receso que no pudo sentar mejor al equipo español, que liderado en ataque por Agustín Casado e Imanol Garciandia se situó con una ventaja de tres goles (16-19) que mantuvo (19-22) hasta casi llegar el ecuador de la segunda mitad.

Un momento en el que comenzaron a pesar al conjunto español las numerosas exclusiones con las que fue sancionado en los segundos treinta minutos, todo lo contrario que Noruega, que no encontró límite a su cada vez mayor agresividad.

Circunstancia que permitió a Noruega igualar la contienda (25-25) a menos de nueve minutos para el final, que por momentos se convirtieron en un mano a mano entre el español Agustín Casado y el noruego Magnus Rod.

A cada gol o asistencia del español respondió el noruego con un tanto, un toma y daca que se interrumpió a menos de tres minutos para el final cuando España, amenazada de pasivo por las colegiadas, perdió el balón.

Un juego pasivo con el que, sin embargo, pese a sus dudas ofensivas, no fue castigada la selección noruega, que no sólo se puso por delante (29-29) con un gol de Magnus Rod, sino que se aseguró jugar en superioridad numérica los últimos dos minutos por la exclusión de Dani Dujshenaev.

Lastre insalvable para un equipo español que consumó su derrota (31-29) con un gol de penalti de Alexandre Blonz con el reloj parado tras una tarjeta roja final a Imanol Garciandia, que no empaña las buenas sensaciones de futuro dejadas por los 'Hispanos'.