La marca de garantía Torrezno de Soria es uno de los buques insignia de la provincia y, también, de la Cámara de Comercio. No obstante, el presidente de la entidad, Alberto Santamaría, atribuye «el secreto del éxito» a la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria. «El motor principal son los productores. No se miran a los lados aunque son competencia y marcan su camino. Saben fabricarlo y venderlo […] En un momento, el proyecto tendrá que volar solo, aunque sigamos dando ciertos servicios», abunda.
Así las cosas, recuerda que el torrezno se sitúa en un crecimiento de más del 20% al año, por lo que considera que está aún lejos de tocar techo y se ha convertido en un «icono» en la provincia a través de una apuesta «brutal» por el márketing. «Todo lo que se apellida 'de Soria' tiene un plus en el mercado […] Todas las cámaras de España están locas con la marca de garantía del Torrezno de Soria», ratifica.
Hay que recordar que la marca de garantía Torrezno de Soria, en 2023, consiguió alcanzar casi los tres millones de kilos de producción, alcanzando la cifra más alta de la historia, con 2.924.162,09 kilogramos. Esta cifra supera casi en un 30% a lo producido en 2022 (2.255.962,30 kilos), que ya fue un año de récord.
Los números demuestran que la marca de garantía está en claro crecimiento. El total acumulado de la producción de la marca de garantía desde que se puso en marcha en 2013 es de 14.273.141,99 kilos de panceta certificada.
Además, esta misma semana la empresa DMaría Productos Artesanos-Frisoria ha realizado el pegado simbólico de la primera etiqueta de este sello, por lo que se ha convertido oficialmente en la undécima cárnica dentro de la denominación.
Pertenecen a la Asociación de Fabricantes de Torrezno de Soria, además de DMaría Productos Artesanos-Frisoria, Embutidos Almenar, La Hoguera, Cárnicas Llorente, Cárnicas Sierra de Toranzo, Moreno Sáez, La Despensa, Embutidos Caba, Industrias Cárnicas Villar, Tierras del Burgo y Cárnicas Hermanos Giaquinta.
También cabe recordar que se están dando pasos para conseguir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Torrezno de Soria. La IGP es uno de los regímenes de calidad en la Unión Europea que identifica un producto alimentario que es originario de un lugar determinado, una región o un país, tiene una calidad determinada u otra característica que pueda esencialmente ser atribuida a su origen geográfico, y como mínimo una de sus fases de producción, transformación o elaboración se hace en la zona geográfica definida.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León contempla continuar con esta tramitación a lo largo del presente ejercicio.
chorizo. En cuanto a la marca de garantía del Chorizo de Soria en la que se está trabajando, el presidente de la Cámara de Comercio remarca que es un «calco» a la del torrezno. Ya está constituida la asociación con seis fabricantes y calcula que, aproximadamente, en un año pueden concluir los procesos administrativos.
No obstante, el dirigente admite que el chorizo no es como el torrezno, que no era conocido y no tenía competencia, mientras que en el primer caso no es así, si bien la calidad 'de Soria' es lo que determinará la diferencia respecto a otros embutidos de renombre.
Al mismo tiempo, Santamaría advierte de que hay que estar «vigilantes» para evitar productos de baja calidad que aprovechen el sello provincial 'de Soria' y ser responsables a la hora de satisfacer la calidad que exige el mercado.
sectores en crisis. Mientras que, en términos generales, el sector agroalimentario vive un momento dulce en la provincia de Soria, otros como el pequeño comercio o la hostelería se encuentran en preocupante crisis. La competencia que asume el tejido empresarial soriano es de mayor calado que la que soportan otros territorios. Por ello, el dirigente de la entidad cameral pone de manifiesto la gravedad en el caso de algunos sectores, como el comercio local que, a su juicio, «ahora mismo tiene una posición más débil»,
«Hay que dignificar todas las profesiones. Todo el mundo vale para todo, pero si se tiene la formación adecuada», significa. Y acentúa esta necesidad en el caso de la hostelería, que atraviesa una crisis sin precedentes. «Ha pecado de no ser una profesión estable y digna. Y la calidad del servicio ha bajado mucho. Pero no todo es culpa del empresario. Para trabajar en hostelería hace falta formación, como en todo. La formación de los profesionales debe contar con unos mínimos», estima.