El presidente del Senado francés, el conservador Gérard Larcher, rechazó este jueves una eventual coalición entre su familia política y el centroderecha macronista para tratar de formar Gobierno.
"Estoy a favor de una línea independiente", dijo Larcher en unas declaraciones al canal BFM en las que también reconoció que recomendó al presidente de Francia Emmanuel Macron que se tomara un tiempo antes de designar un primer ministro después de que las elecciones del pasado domingo no dejaron una mayoría clara.
Larcher criticó además a Macron porque "nos ha metido en este lío", con una convocatoria electoral anticipada "que no era necesaria", por lo que ahora "le toca a él sacarnos".
La hipótesis de una coalición entre los conservadores y el macronismo ha llegado de algunas figuras próximas al Gobierno llegadas precisamente de las filas conservadoras, como el exprimer ministro Édouard Philippe o los titulares de Interior, Gérald Darmanin, y Economía, Bruno Le Maire.
Larcher, la segunda autoridad del Estado francés, consideró que si Macron nombra a un primer ministro salido de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP) "yo me opondré, porque no corresponde a la voluntad popular".
Aunque el NFP logró el mayor número de escaños en la Asamblea Nacional tras la segunda vuelta de las elecciones legislativas del pasado domingo, Larcher coincidió con Macron en que "no ha habido ganadores" y que muchos legisladores de izquierda, centro y derecha fueron elegidos solo por el intento de los ciudadanos de evitar una victoria de la ultraderecha.
Mientras tanto, dirigentes de partidos del NFP siguen mostrando su enojo por la decisión de Macron de no nombrar por ahora un primer ministro de entre sus filas, ya que se consideran los legítimos ganadores.
"Se trata de un golpe de fuerza a la democracia, de un golpe de fuerza presidencial", denunció la jefa del grupo parlamentario del izquierdista La Francia Insumisa, Mahtilde Panot, en la emisora France Info.
Panot recordó que, junto con sus aliados independientes, el NFP tiene 195 diputados (de 577 en la Asamblea Nacional), lo que "no es una mayoría absoluta, pero sí relativa".
Y añadió que, a pocos días del simbólico festivo nacional del 14 de julio, la decisión de Macron, anunciada mientras viajaba a Washington para la cumbre de la OTAN supone "un veto del monarca que niega el resultado electoral".
El primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, dijo la pasada noche que "el pueblo francés ha hablado y ahora hay que respetar su decisión".
"El presidente debe cumplir su deber (...), respetar el sufragio universal y respetar el voto de los franceses", añadió Faure en unas declaraciones televisivas.