Aunque el contrato del soporte técnico necesario fue adjudicado a mediados del pasado mes de octubre y el plazo para su instalación es de seis meses, el Ayuntamiento de Soria aún no tiene fecha cerrada para la puesta en marcha de la nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El objetivo es ajustarse al cumplimiento «de los valores límite de calidad del aire legalmente establecidos» para la lucha contra el cambio climático, aunque, tal como señaló el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, «no va a haber grandes cambios» en el tráfico viario de la capital. La idea es estructurar un tramo «continuo y delimitado» que delimite un área protegida desde el parque de La Dehesa al límite del Casco Viejo con la concatedral de San Pedro en la que sólo podrán acceder vehículos medioambientalmente autorizados.
Los no permitidos deberán continuar su desplazamiento sin acceder al interior a través de zonas delimitadas por la calles Paseo de San Andrés, Mosquera de Barnuevo, paseo del Espolón, Ferial, Santa María, Santo Tomé, Cuesta de la Dehesa Serena, Nuestra Señora del Azogue, Postas, Betetas, San Juan de Rabanera, Caballeros, plaza de Ramón y Cajal, Mariano Granados y Nicolás Rabal. En total, la ZBE afectará a una superficie de 356.886 metros cuadrados y una población residente de 5.157 personas, según cálculos del Consistorio soriano. La empresa Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas se encargará de preparar todo el operativo eléctrico e informático para poner en marcha un sistema de vigilancia y control del flujo del tráfico que garantice el correcto acceso a la zona. Éste estará compuesto por un entramado de 32 cámaras (27 de ellas con lecturas de matrículas) que tendrán como misión la monitorizar y entender mejor la circulación viaria en el término municipal, pero también sancionar y localizar vehículos infractores. El presupuesto para su suministro, instalación de las cámaras será de 377.000 euros, con cargo ayudas de la Unión Europea. El sistema incluirá la creación de un software para la gestión de multas, con listas negras y blancas de acceso de vehículos conectado con la Dirección General de Tráfico (DGT).
Será una ordenanza municipal que tendrán que ser aprobada por el Ayuntamiento la que marque las pautas de funcionamiento, los vehículos que podrán o no penetrar en la Zona de Bajas Emisiones y las posibles excepciones y las sanciones. Aunque, por tamaño y población (inferior a los 50.000 habitantes), la capital soriana no está obligada a crear una ZBE, el Consistorio ha decidido ponerla en marcha dentro de su compromiso contra el cambio climático.
en toda la ciudad. El dispositivo de cámaras, que llevarán incorporadas iluminación infrarroja para visión nocturna y apta en casos de condiciones meteorológicas adversas, se concentrarán de manera específica en el espacio delimitado de la ZBE con cámaras de contexto en Mariano Granados, la entrada del paseo del Espolón y las calles San Juan y Doctrina. El dispositivo se completará con la colocación de cámaras de lectura de matrículas en la parte alta de la avenida de Valladolid y el entorno del Burger King, los accesos a soria por la carretera de Logroño y Zaragoza, así como en las calles Postas, Santa María, San Juan, Fuentes, Cuesta Serena, Calixto Pereda y plazas Mayor y de San Pedro.