Redes sociales y desorden alimentario

Ana Pilar Latorre
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La nutricionista soriana Sofía Giaquinta alerta de los efectos de internet en los trastornos alimentarios que sufren los jóvenes y de mensajes de varias 'influencers'

Redes sociales y desorden alimentario - Foto: E.G.M Eugenio Gutiérrez Martínez

La nutricionista soriana Sofía Giaquinta asegura que «las redes sociales presentan los trastornos de la conducta alimentaria como un estilo de vida saludable». Tras estudiar la carrera de Nutrición Humana y Dietética en la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVa), especializándose primero en 'Nutrición durante el embarazo y la primera infancia' y después en 'Trastornos de la conducta alimentaria', comenzó a realizar formaciones y a trabajar en consultas, actualmente en la suya propia online. «Abrí las redes sociales para hablar sobre ello, porque la nutrición y los trastornos como la anorexia y la bulimia suelen ser todavía temas tabú y se relacionan más con la psicología», apunta sobre el éxito que tuvo desde el principio su cuenta de Instagram, donde ofrece su propio enfoque. 

«La nutrición siempre se ha enfocado a la pérdida de peso, pero en el campo de los trastornos de la conducta alimentaria es todo lo contrario, porque son personas que tienen muchos problemas con la comida, son muy restrictivas y han hecho todas las dietas del mundo, por lo que hay que recordarles las funciones principales del alimento en el ser humano, como nutrirse y obtener energía para el día a día», expone. «Cuando se acude a un nutricionista tradicional los usuarios se topan con numerosas restricciones que acaba llevando a una muy mala relación con la comida, sin encontrar un término medio», que es por lo que esta nutricionista aboga en su labor divulgativa en redes sociales.

arma de doble filo. En redes sociales se puede encontrar la parte buena y la parte mala, «son un arma de doble filo», por lo que quiere incidir en evitar las restricciones y la información «peligrosa» que comparten muchas influencers y animar «a comer de todo, estar tranquilo, disfrutar de los alimentos como una experiencia y entenderla como algo que forma parte de la persona como ser social, en celebraciones culturales, por ejemplo». 

«El otro día me encontré una barbaridad absoluta, que era una chica que toma el alimento con un montón de mantequilla para poder vomitar y que no le duela tanto el estómago...», indica alertando de que personas que tienen «un trastorno de la conducta muy grave» difunden en redes cómo lo hacen y dan consejos... La nutricionista insiste en que «eso es peligrosísimo». A ello se suma que «hay jóvenes que tienen un trastorno de la conducta alimentaria que ni siquiera lo saben ni son conscientes y comparten en redes que llevan dos días sin comer o que han hecho dietas de solo líquidos sin ingerir comida sólida». Son «perfiles aspiracionales» a los que siguen «adolescentes más vulnerables a cierta edad y con menos perspectiva crítica», por lo que «hay que tener mucho cuidado». Sofía advierte pone el foco en el fanatismo en internet, ya que «ahora cualquiera puede ser famoso aunque no tenga mérito ni talento». 

Como ejemplo (lo comenta en Instagram), pone los casos de Kim Kardashian con el medicamento para diabéticos Ozempic o del reciente desfile de Victoria's Secret, «que supuestamente es inclusivo pero de las 200 modelos solo una tiene más de una talla 40». «No se visibilizan cuerpos que no sean los típicos 'supermegahiperdelgados' que para conseguirlos siguen necesitando medicamentos o dietas superrestrictivas», añade la experta.

La nutricionista, en este repaso a la situación actual y en referencia a la aceptación de uno mismo, recomienda el libro 10 gritos contra la gordofobia, de Magdalena Piñeyro, que habla de cómo las mujeres delgadas invisibilizan a las mujeres gordas o de cuando una persona delgada hace comentarios de que está gorda que, en realidad, afectan muy negativamente a estas personas que sí lo están.

enfoque. El «enfoque no pesocentrista» lo promueve Sofía Giaquinta en consultas y en formaciones. «Hay asociaciones y marcas que se interesan por este discurso e imparto charlas», comenta. Así, ha ofrecido varias a familias en centros escolares, «lo que está muy bien porque, si empiezas desde la infancia con este enfoque y este mensaje, la prevención de los trastornos de la conducta alimentaria funciona muy bien». En redes sociales también ofrece clips de charlas o de podcast, así como vídeos, que fue como empezó a través del móvil.

Sobre las dietas, piensa que «hay que valorar siempre los casos de manera individual» y que «de los métodos que hay ahora para perder peso ninguno es saludable, porque veo a pacientes a los que estas normas les han afectado muy negativamente en su salud». Critica que se les den las mismas recomendaciones a las personas con sobrepeso que lo que se consideran contraindicaciones en las personas delgadas. Así, «en los casos de anorexia no se aconseja pesarse, hacer ejercicio... porque están muy delgadas y cerca de la desnutrición». «Son recomendaciones muy peligrosas porque cuando se pierde mucho peso, ¿en qué momento dejan de valer los consejos?», lanza como reflexión.