El ejército surcoreano ha informado de que el misil balístico de rango intermedio (IRBM) que el Norte lanzó hoy al mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas), voló unos 1.000 kilómetros antes de caer al agua.
"El misil de Corea del Norte cayó en el mar del Este tras volar unos 1.000 kilómetros", indicó el Estado Mayor Conjunto (JCS) en un comunicado en el que aseguró que se "detectó, rastreó y vigiló" de inmediato el lanzamiento y que se compartió información del mismo con EEUU y Japón.
El JCS, que dice que el proyectil fue disparado desde el área de Pionyang en torno a las 14.55 hora local (5.55 GMT), asegura que "se están analizando exhaustivamente especificaciones detalladas" del arma testada hoy ante la posibilidad de que se trate de un nuevo tipo de IRBM de combustible sólido.
Seúl ha advertido sobre una inminente prueba con un proyectil de este tipo desde que el régimen de Kim Jong-un testó por primera vez dos nuevos motores de combustible sólido para IRBM -destinados a la primera y segunda fase del misil- a mediados de noviembre.
A diferencia del combustible líquido, el sólido permite almacenar el misil ya cargado de propelente, lo que depara un despliegue más rápido a la hora de lanzar y hace más difícil que el proyectil sea destruido por un ataque preventivo.
Este último lanzamiento norcoreano, el primero de este año, llega después de que el régimen disparara un misil balístico de largo alcance (ICBM) de combustible sólido, un Hwasong-18, el pasado 18 de diciembre.
La prueba llega además en un momento de especial tensión después de que el régimen anunciara en noviembre la suspensión de un acuerdo militar bilateral firmado en 2018 que buscaba evitar encontronazos en torno a la divisoria entre los dos países.
Tras este anuncio, Pionyang realizó entre el 5 y el 7 de enero maniobras con artillería junto a la disputada frontera marítima occidental, lo que llevó a Seúl a responder con sus propios simulacros con fuego real y a anunciar que retomaría los ejercicios militares en esta zona fronteriza.