El consejero de Economía de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, destacó ayer que las empresas de Castilla y León cuentan con cuatro vías de apoyo para impulsar un autoconsumo energético que rebaje sus costes, aseguren su abastecimiento y les permita obtener la etiqueta verde de sus productos exigida para acceder a varios mercados. Carriedo precisó que hay una convocatoria con casi 90 millones en ayudas para autoconsumo energético de las empresas, junto a un fondo de Sodical para descarbonización dotado con otros 100 millones. El consejero recordó además el compromiso del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, con el autoconsumo en los polígonos empresariales, para favorecer el acceso de las empresas a este tipo de servicios, a lo que se suma también el Perte para la descarbonización dotado con fondos de la UE. Todas estas líneas, sentenció, constituyen una «buena oportunidad» en una comunidad que es «un sumidero de CO2» con una producción del 90 por ciento de la electricidad a través de fuentes renovables.
El consejero participó en la apertura de la jornada 'Cómo descarbonizar la economía ganando competitividad', junto los presidentes de CEOE y Empresa Familiar en Castilla y León, Santiago Aparicio y Pedro Palomo, respectivamente, y el delegado institucional en Castilla y León de Iberdrola, Miguel Calvo. Carriedo remarcó que la descarbonización es «uno de los grandes retos de futuro» para las industrias, un elemento básico que «determinará en buena parte su competitividad». En este sentido, destacó la reducción de costes que supone el autoconsumo junto a la garantia del suministro en un «escenario geoestratégico de mucha dificultad, con problemas en el este de Europa y en el norte de África». Agregó que esos procesos facilitan la etiqueta verde «imprescindible» para entrar en determinadas economías. «Menos coste, aseguramiento del abastecimiento y etiqueta verde son los elementos en juego cuando hablamos de autoconsumo energético».
Inversiones en redes
El delegado institucional de Iberdrola, Miguel Calvo, advirtió de que para avanzar en el proceso de descarbonización de la economía es «necesario cambiar el paradigma de la inversión en redes de distribución y transporte». «Uno de los temas pendientes es avanzar en esa capacidad de mejorar la redes de distribución», dijo, con el reto de una llegada «hábil» de la energía al consumidor y la empresa, según informa Ical. El ejecutivo incidió en que eso permitirá que España se mantenga como un «buen país» en producción para aprovechar la ventaja competitiva del sol y el viento y un plan de despliegue de la energía renovable «importantísimo» que «ya es una realidad».
Calvo aseguró que la sociedad española tiene un compromiso con el cambio climático y «las empresas deben ser capaces de avanzar», dijo, para defender el «aporte de valor» en los procesos, porque «en la electrificación de la economía existe un alto margen para mejora de la productividad de las empresas, con precios más baratos y mejorando la autonomía energética de este país». El presidente de CEOE en Castilla y León, Santiago Aparicio, afirmó que la descarbonización es un reto importante de las empresas, a las que pretenden ayudar en «periplo largo y costoso, para que no pierdan competitividad». «Esa transición debe ser lo menos costosa posible», dijo, para recordar que Castilla y León cuenta con 11.300 industrias, con más de 9.000 pymes, fundamentalmente manufactureras, por lo que «el proceso será muy importante».
El presidente de Empresa Familiar Castilla y León, Pedro Palomo, aseguró que el cambio climático afecta a la economía y desde las actividades familiares piensan «a largo plazo» en invertir e innovar para ser cada vez más sostenibles. Defendió que es un «magnífico momento para poner en valor la cooperación público privada», para lograr «un planeta mejor entre todos».