Losán aplicará el ERTE desde el 1 de octubre, según anunció este martes la empresa a los trabajadores y a la sección de cogeneración. El periodo de consultas terminó sin acuerdo y la empresa tenía 15 días para ejecutar el expediente, decidiendo que lo va a aplicar durante un año a 95 empleados (60% de la plantilla de 160 personas). El porcentaje de afectación es cero a cien, con un promedio del "33,33%, totalmente irreal y falso", según Óscar Ferrero, secretario de acción sindical de CCOO Castilla y León.

"La medida que han tomado es la más desproporcionada que había, la primera que se planteó", incide el sindicalista, "apuntando que en ningún momento se ha mirado la afectación", que era lo que más preocupaba. El expediente se firma sin acuerdo, porque no se entendía que en nueve meses pudiera estar una persona 180 días metida en el ERTE sin ningún tipo de posibilidad de volver a reincorporarse a su puesto de trabajo. Además, se insistía en que la línea de aglomerado está totalmente obsoleta sin que haya habido ninguna mejora, aunque la empresa sigue insistiendo en que puede arrancar. El personal afectado por esa línea va a estar al cien por cien metido en el expediente, los de parques un 26%, el afilado un 66%, mantenimiento al final un 61%, cometa un 50%, oficina dos administrativos al 50%, dirección, oficina, recursos, humanos, compra y calidad no entra nadie ni tampoco en forestales. Las medidas de acompañamiento corresponden a formación "y ahora sostienen que van a sacar cinco turnos en melamina y a formar a gente para hacerlos".

Desde CCOO se ha trasladado el desacuerdo ante este expediente "fraudulento"  porque "no es normal que haya dos empresas que hacen aglomerado para Losán, se está pagando a empresas externas por una planta que totalmente obsoleta la tienen parada y afecta a 29 personas de la plantilla". "Siguen insistiendo en que ellos lo hacen mantenimiento del empleo pero no hay nada de eso, están desmantelando la empresa, literalmente, y terminando con la paciencia de los trabajadores para que llegue un momento en que vayan en fila pidiendo la cuenta. No tienen ninguna intención de mantener la actividad y así lo están demostrando, con la actitud y esperando casi al último momento para hacer efectiva la suspensión de los contratos por una decisión empresarial que no está valorada por ningún lado y no se tiene en cuenta ninguna de las condiciones que poníamos", apunta.

Una aceptación inferior era fundamental en la negociación, pero la empresa no se lo ha planteado. "Ahora nos veremos en los tribunales porque tenemos claro que vamos a impugnar este ERTE y los trabajadores también son libres de judicializarlo. Vamos a ver si somos capaces de echarlo para atrás". "Este ERTE no es mantener el empleo a costa de que la empresa tenga cero gastos", añade.