Loli Escribano

SIN RED

Loli Escribano

Periodista


Serpiente de verano

04/08/2023

Ha muerto Ramón Lobo. Periodista de toda la vida. Referente para los que amamos esta profesión. Con su fallecimiento, como ocurre cada vez que se va alguien que te ha dejado huella, la reflexión es inevitable. Le oí en la radio hace dos meses, despidiéndose en una entrevista con Javier del Pino, con dos cánceres que se le comían a bocados, aunque él abanderaba la dignidad del que ha decidido morirse sabiendo morirse. La he escuchado después varias veces. Toda una lección de profesionalidad y humanidad. Con Ramón Lobo se muere una forma de hacer periodismo, dice Pino, y no queda más remedio que aceptarlo. Ahora se hace de otra forma, ni mejor ni peor, diferente. Los periodistas, como cualquier otro profesional, estamos en la obligación de hacer un ejercicio de autocrítica. Una cosa son las empresas periodísticas y otra, nosotros, los profesionales del medio. Me viene a la memoria la serpiente de verano, que en términos periodísticos se refiere a las noticias irrelevantes o sorprendentes que publican los medios de comunicación en la época estival cuando no se producen noticias de importancia. Ahora no es tan habitual, pero hace años, la serpiente de verano era necesaria para rellenar páginas de periódicos o tiempo de radios y televisiones. Por ello, algunos periodistas daban rienda suelta a su imaginación con temas como la ufología, la arqueología o la parapsicología.

En este 2023, entre que hemos tenido elecciones generales a finales de julio, que la Diputación de Soria se ha constituido hace apenas unos días y que los políticos no se toman vacaciones todo el mes de agosto entero como ocurría antes, ya no hay que recurrir a la serpiente de verano. Además, ahora casi todas las organizaciones, sean del tipo que sean, cuentan con su gabinete o equipo de comunicación por lo que se dedican a bombardear constantemente con notas de prensa y audios de voz de sus representantes o portavoces. Eso propicia que cualquier opinión que llegue, sea del tipo que sea, se convierta en noticia. Se mezclan los géneros periodísticos sin ningún remordimiento, obviando que la información es información y la opinión es opinión. Antes se echaba mano de las serpientes de verano desde la más absoluta ingenuidad, ahora se publican opiniones como si fueran informaciones, a menudo desde la más absoluta necesidad. Muchas veces, incluso, sin contrastar el fondo de esas opiniones o, lo que es peor, a sabiendas de que no se ajustan a la verdad sólo porque lo ha dicho algún político. La muerte de Ramón Lobo me hace reflexionar sobre todo esto, sobre lo que somos los periodistas, lo que fuimos y lo que seremos. Prefiero una serpiente de verano con un cocodrilo en el Duero, un OVNI en San Pedro Manrique o una aparición mariana en el alto de la Dehesa a los titulares con entrecomillados que buscan un interés por parte del que los pronuncia.