Diego Ventura triunfa en el inicio de la Feria de San Juan

Sergio Recio
-

El rejoneador se lleva dos orejas con el quinto de la tarde. Andy Cartagena consigue un trofeo y Lea Vicens se marcha de vacío del coso de San Benito

Diego Ventura triunfa en el inicio de la Feria de San Juan

Con una plaza casi llena. abría plaza Andy Cartagena para dar comienzo a la Feria de San Juan en Soria en la tradicional corrida de rejones del Miércoles el Pregón.

Comenzaba con un rejón de castigo para después seguir con una faena con mucho empeño pero con algún fallo, errores que compensaba con su habitual ímpetu con el que se ganaba al respetable. Con las cortas el toro de la ganadería de Albarrán no daba para más, motivo por el que al alicantino le costó conseguir el momento aducuado para dar muerte al animal con un rejonazo que termina con silencio.

 

No tuvo suerte Andy Cartagena con el cuarto de la tarde. Se entregó y dio todo lo que pudo el maestro rejoneador, pero se encontró a un toro falto de fuerza y poco colaborador. Sudo y mucho para intentar dejar algunos detalles de todo lo que puede dar. Arriesgó y lo intentó hasta el final y exprimió al animal al máximo a base de intensidad y tesón, para culminar soltando la cabecera para colocar un par a dos manos y tres cortas para una faena larga. Terminó con un contundente rejonazo para llevarse una oreja. 

 

Diego Ventura se enfrentaba al segundo de la tarde, un toro con el que dejaba claro su gran nivel como rejoneador. De menos a más, el sevillano levantaba al respetable con brillo en toda su actuación, culminando con un par a dos manos, marca de la casa y después tres cortas con una gran fluidez.

Solo le quedaba rematar, pero no estuvo fino con el rejón y para su desesperación, perdía una gran oportunidad de llevarse premio.

 

Con el quinto, Ventura inició con un rejón de castigo. A pesar de un comienzo irregular con las banderillas, el público vitoreaba el nombre de Diego, demostrando al rejoneador que tenía ganas de ver brillar al sevillano. Ahí apareció lo mejor de su repertorio con unas espectaculares banderillas al quiebro, superando con creces a su oponente. La plaza era suya. Y Ventura se gustaba y no fallaba a la hora de dar muerte pata llevarse dos más que merecidas orejas.

 

Lea Vicens era la última en aparecer en el Coso de San Benito. Regresaba a Soria con la intención de triunfar y, para empezar, se topó con un tercer toro que inició con mucha movilidad las embestidas, por lo que le puso dos rejones de castigo. Su contrincante fue de más a menos y tuvo que trabajarse cada banderilla, comenzando con seguridad, pero mostrando más dudas al terminar con las cortas. Un certero rejón fue suficiente para acabar y también para el que el público pidiese con insistencia una oreja que no llegó. 

 

Sabía Lea Vicens que debía subir algo más el nivel para no marcharse de vacío de Soria cerrando plaza. Se empleó a fondo, no guardándose nada, con fluidez colocando las banderillas y gusto a la hora de conectar con el público. Arrisgaba más a medida que avanzaba la faena ante un toro que superaba con creces al primero que tuvo delante. Solo debía ser certera con el rejón de muerte para terminar con premio. Estuvo acertada, pero tampoco sirvió, una decisión que Lea Vicens no entendió cerrando la tarde con mal sabor de boca.