Decir que Haaland está en crisis suena a ataque de locura temporal, teniendo en cuenta que lleva 10 goles en los 12 partidos de 2024. Sin embargo, hay un 'algo' perfectamente detectable en una lectura menos gruesa de esas cifras: cinco de esos 10 tantos llegaron en un solo partido (en la FA Cup ante el Luton), por lo que serían 'solo' cinco dianas en los otros 11 encuentros del curso. Ha fallado ocasiones increíbles, como un remate a puerta vacía y a apenas un metro de las redes ante el Manchester United. E incluso ha abandonado el terreno de juego visiblemente enfadado, como en el último duelo ante el Newcastle (cuartos de final de la propia FA Cup), en el que Bernardo Silva fue el encargado de los dos goles del choque y Erling Braut Haaland apenas dispuso de ocasiones y fue relevado por Julián Álvarez en los últimos instantes.
Para colmo, parte de la crítica le ha colgado el sambenito de que 'desaparece' en los partidos importantes: este año, apenas hubo noticias de él ante Chelsea, United, Liverpool y Newcastle. Sucede que Haaland, reescribiendo el libro de los récords, goleador perpetuo y coleccionista de cabezas de portero, ha 'malacostumbrado' al aficionado, convirtiendo lo estratosférico en habitual, lo imposible en normal.
La temporada anterior, la de las 1.000 barreras caídas, su efectividad en la Premier League fue descomunal: tiró 53 veces a puerta y logró 36 tantos. Fue el récord absoluto histórico de la competición, superando la plusmarca que compartían Andy Cole (93/94) y Alan Shearer (94/95)… cuando el campeonato se disputaba a 42 jornadas en lugar de las 38 actuales. La efectividad del 'cyborg' fue descomunal en la 22/23: anotó cada 1,47 disparos entre los tres palos.
Menos efectivo
Este año comanda la clasificación de realizadores con 18 dianas en 23 partidos, pero su 'puntería' ha bajado: son 39 'chuts' a puerta (el segundo que más de la Premier, tras Ollie Watkins, del Aston Villa), lo que sitúa su efectividad en una diana cada 2,16 tiros. Un dato espectacular para cualquier mortal, pero extraño para el tipo que ya en febrero del pasado curso (con sus cinco goles al Leipzig en Champions) alcanzó los 38 de Tommy Johnstone como máximo anotador del City en una sola temporada, o para el que sumó seis 'hat-tricks' en la Premier, los mismos tripletes que todos los demás atacantes del campeonato combinados.
Parte de la frustración del 'gigante' está en las modificaciones tácticas que Guardiola ha introducido y que convierten a Haaland en un 'peón' más del engranaje y menos en un finalizador. Según la dirección técnica del City, el alto número de 'defensas de cinco' a las que debe enfrentarse tras los éxitos del año pasado ha empujado a Guardiola a pensar en el noruego como un «creador de superioridades», además de mantener su estatus como rematador. Que sea capaz de interpretar los movimientos de sus compañeros, fijar centrales, abrir espacios… Pero los números no salen exactamente como pensaban: el Manchester City es el segundo máximo realizador de la Premier, con 62 dianas en 28 encuentros (67 lleva el Arsenal) y el pasado curso, a estas mismas alturas, había llegado a las 70.
Haaland salió de Mánchester rumbo a la concentración con su selección (doble amistoso sin nada en juego, ya que Noruega no estará en la Eurocopa), donde esperaba reencontrarse con el 'gol perdido'. Que su mejor versión vuelva al césped es su propio objetivo y el de un equipo inglés estresado entre los cuartos de final ante el Real Madrid (9 y 17 de abril), la semifinal de la FA Cup ante el Chelsea (20 de abril) y un final de campeonato (tiene 63 puntos) luchando por el trofeo contra Arsenal (64) y Liverpool (64). Nadie es prescindible a estas alturas… menos aún al 'rey' del gol.