El jefe del Estado Mayor de Israel, Herzi Halevi, ha afirmado este martes que el ataque contra un convoy de la ONG World Central Kitchen (WCK), fundada por el chef asturiano José Andrés, "fue un grave error", subrayando que no fue "intencionado" y que "no debería haber ocurrido".
"Quiero ser muy claro: el ataque no fue llevado a cabo con la intención de herir a los trabajadores humanitarios de WCK. Fue un error que produjo tras una identificación errónea, de noche, durante una guerra en condiciones muy complejas", ha declarado tras anunciar el fin de la investigación preliminar.
Halevi, que ha indicado que ha recibido esta noche las conclusiones iniciales, ha expresado que lamenta "el daño involuntario a los empleados" de la ONG. "Compartimos el dolor de sus familias, así como el de toda la organización, desde el fondo de nuestros corazones", ha declarado.
Israel afirma que el ataque a WCK "fue un grave error" - Foto: Ahmed Zakot"Este incidente fue un gran error. Israel está en guerra con Hamás, no con la población (civil) de Gaza", ha asegurado, antes de indicar que completarán la investigación en los próximos días y la compartirán "con total transparencia". "Aprenderemos de las conclusiones, y las implementaremos inmediatamente", ha señalado.
Asimismo, ha relatado que "WCK es una organización de gente que trabaja alrededor del mundo, incluso en Israel, para hacer el bien en condiciones difíciles". "Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) trabajan de cerca con esta ONG y aprecia enormemente la importante labor que realizan", ha reconocido.
Por último, el jefe de las Fuerzas Armadas israelíes ha comunicado que ha visitado el nuevo Centro de Mando Humanitario establecido con el fin de "mejorar la forma" en la que se coordina la distribución de ayuda en Gaza.
"Continuaremos tomando acciones inmediatas para asegurar que se hace más para proteger a los trabajadores humanitarios. Consideramos muy importante que se siga prestando ayuda humanitaria y seguiremos trabajando para facilitar este esfuerzo vital", ha agregado.
El ataque tuvo lugar en la víspera en la zona de Deir al Balá, en el centro de la Franja de Gaza y, los fallecidos tenían nacionalidad británica, polaca, australiana, palestina y estadounidense-canadiense. Tras ello, la ONG ha paralizado sus operaciones en el enclave.
Los trabajadores de WCK se encontraban en la Franja en plena misión humanitaria, en colaboración con la ONG Open Arms, para establecer un corredor humanitario marítimo entre Chipre y Gaza y sortear así las enormes trabas impuestas por Israel para la entrega de ayuda por vía terrestre.
El Ejército israelí inició una ofensiva contra el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en respuesta a sus ataques del pasado 7 de octubre, que dejaron 1.200 muertos y 240 rehenes. Desde entonces, las autoridades palestinas han notificado la muerte de cerca de 32.900 personas, a las que se suman alrededor de 440 palestinos en Cisjordania y en Jerusalén Este por las acciones de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes.