Irán se ha mostrado cauto tras la muerte a manos de Israel del líder de la milicia libanesa Hezbolá Hasán Nasrala, uno de sus principales aliados, con llamadas a que sus socios en la región respondan al Estado judío pero no Teherán directamente.
A la muerte de Nasrala en los ataques israelíes del viernes contra Beirut se suma la del subcomandante de operaciones de la Guardia Revolucionaria, el general de brigada iraní Abbas Nilforushan, confirmada este domingo por ese cuerpo militar de elite.
Ante estas muertes, las autoridades políticas y militares iraníes han apuntado a una respuesta por parte del 'Eje de la resistencia', la alianza informal liderada por Irán y formada además de por Hezbolá, por los palestinos de Hamás, los hutíes del Yemen y milicias islámicas de Irak.
Pero no han abogado por una respuesta más directa por parte de Teherán, como sí han hecho en otras ocasiones en el pasado.
"La fuerza y la autoridad de Hezbolá del Líbano, Hamás, otras fuerzas de resistencia palestinas y el frente de resistencia asestarán más golpes demoledores al cuerpo desgastado y decadente del régimen sionista", dijo en un comunicado a última hora de anoche el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hosein Salamí.
En el mismo sentido apuntó ayer el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, al lamentar la muerte del líder de Hezbolá, grupo que ha apoyado desde su fundación en los años 80 y que es uno de sus principales aliados en la región.
"Será Hezbolá, al mando de las fuerzas de resistencia, quien determinará el destino de la región", dijo en un comunicado la máxima autoridad política y religiosa del país persa.
Jameneí también aseguró que "es obligatorio que todos los musulmanes apoyen con orgullo al pueblo del Líbano y a Hizbulá con sus recursos y lo ayuden a enfrentar al régimen usurpador, cruel y malvado (Israel)".
En la ONU, el representante de Irán Saeed Iravani, pidió el sábado en una carta una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar los ataques de Israel en el Líbano, en un esfuerzo diplomático.
Las autoridades iraníes apenas han hecho referencia además a la muerte de Nilforushan, subcomandante de operaciones de la Fuerza Terrestre de la Guardia Revolucionaria, asesor militar en el Líbano, adjunto de Operaciones del Estado Mayor y decano de la Facultad y el Instituto de Investigación de Ciencias de la Defensa.
Contraste con el ataque con misiles de abril
Todo un contraste con la muerte de siete miembros de la Guardia Revolucionaria en el consulado iraní en Damasco en abril, en un ataque atribuido a Israel, y tras el cual se multiplicaron las llamadas a la venganza.
Como represalia, Irán lanzó cientos de misiles y drones contra Israel a mediados de abril, en la primera ocasión en la que Teherán atacó directamente territorio israelí, en un bombardeo que pese a su espectacularidad apenas causó daños.
Irán entonces anunció una nueva etapa en Oriente Medio tras el ataque directo a Israel y aseguró que las agresiones israelíes contra objetivos iraníes tendrían "respuestas directas y severas".
Algo que hasta ahora no ha sucedido. De hecho, Irán aún no ha respondido al asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán a finales de julio, durante la toma de posesión de Pezeshkian, y que se atribuyó a Israel.