Las procesiones de Las Palmas de este Domingo de Ramos, conocidas con el sobrenombre de 'La Borriquilla', fueron seguidas por miles de personas en Castilla y León, donde los niños fueron los protagonistas y, con sus palmas, dieron la bienvenida a Jesús y abrieron la Semana de Pasión.
El tiempo acompañó en la primera gran procesión de la Semana Santa, con temperaturas frescas tras la bajada del termómetro durante el fin de semana, lo que animó a los castellanos y leoneses a salir al centro de las ciudades y otras localidades para contemplar una de las procesiones más emblemáticas de la Semana de Pasión. Una Semana Santa que volverá a llenar las calles, siempre y cuando la meteorología lo permita, de arte y fe, especialmente en las ocho declaraciones de Interés Turístico Internacional, cinco de Interés Turístico Nacional y nueve, Regional.
Las secciones infantiles de las cofradías y los niños coparon los recorridos de las procesiones, y agitaron sus palmas para acompañar a 'La Borriquilla'. También se cumplió con la tradición de la bendición de los ramos, tal y como ocurrió, por ejemplo, en la Catedral de Valladolid, a cargo del arzobispo y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello.
La procesión del Domingo de Ramos conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, a lomos de la borriquilla, y es el desfile que cede todo el protagonismo a los más pequeños que agitan sus palmas, ante la atenta mirada de los feligreses, turistas y curiosos. Los sonidos de los tambores y las cornetas de las bandas de las cofradías sonaron con fuerza para aclamar a Jesús de Nazaret.