La Confederación de Empresarios de Comercio de Castilla y León (Conferco) trasladó en Bruselas la situación de comercio de la Comunidad con una lista de propuestas donde se pide que la agenda política europea priorice la defensa del comercio local ante el «riesgo de desaparición».
El presidente de Conferco, Adolfo Sainz, señaló que en los últimos 10 años Castilla y León ha perdido el 16 por ciento de sus empresas de comercio y el 25 por ciento del pequeño comercio. Remarcó que la situación del sector «tampoco es favorable en Europa», si bien esta «tendencia negativa es más acusada en España», como reconoció en la reunión Bonifacio García, jefe de la Unidad de Pequeñas y Medianas Empresas de la Comisión Europea.
García Porras se mostró preocupado por la situación y aseguró que Europa tiene puesto el foco en la situación de las pequeñas y medianas empresas, sobre la que trabajan «al más alto nivel político». El relevo en las pymes y el exceso de burocracia, son, en palabras del dirigente europeo, algunos de los aspectos más preocupantes, por lo que planteó a Conferco la presentación de propuestas, según informa Ical.
Sainz, por su parte, conminó a la Comisión a elaborar un informe sobre la importancia del pequeño comercio con una proyección a diez años. Conferco, que reclamó más visibilidad para el comercio local en las políticas europeas y ayudas específicas en los presupuestos de la UE, insistió en la necesidad de un Observatorio Europeo de Comercio que sirva para monitorizar la evolución del sector y elaborar propuestas que ayuden a consolidar los negocios y a corregir la tendencia.
Sainz mantuvo, además, reuniones con los europarlamentarios Ibán García (PSOE), miembro de la Dirección General de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la Comisión Europea; Susana Solís (Ciudadanos), miembro de la Comisión de Desarrollo Regional, y Ana Collado (PP).
Así, desde Conferco se pidió a los europarlamentarios apoyo para visibilizar su situación y la importancia económica y social del comercio local y a que se inste a las instituciones europeas a declararlo un «sector estratégico y esencial». «Su aportación a las economías locales, el empleo, su papel como dinamizador social y de la vida de las ciudades, así como la ayuda para mantener el mundo rural son razones suficientes», apostillaron.