Las fuerzas de seguridad alemanas han lanzado este jueves una operación en siete estados contra el Centro Islámico de Hamburgo, al que el Gobierno de Alemania considera una prolongación del régimen de Irán, dentro de unas investigaciones que abren la puerta a la ilegalización de la organización.
El Ejecutivo considera que el Centro Islámico de Hamburgo aspira a "difundir el concepto revolucionario de los líderes supremos (iraníes), sospechoso de violar el orden constitucional en Alemania y la idea del entendimiento internacional". En total, la Policía ha realizado 54 registros tanto en Hamburgo como en Baja Sajonia, Hesse, Baden-Wurtemberg, Baviera, Berlín y Renania del Norte-Westfalia, según el Ministerio del Interior.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, ha confirmado que la organización lleva ya un tiempo bajo el foco de los servicios de Inteligencia, aunque ha incidido en la especial relevancia del momento actual, "en que muchos judíos se sienten especialmente amenazados". "No toleramos por principio la propaganda islamista ni la incitación antisemita y antiisraelí", ha sentenciado, después de que las autoridades hayan alertado en las últimas semanas de un repunte de este tipo de incidentes tras el inicio del conflicto entre Israel y Hamás.
El Centro patrocina la mezquita del Imán Alí en Hamburgo, pero las investigaciones examinan también su influencia en otros centros religiosos y organizaciones que llegan a controlar "por completo".