El Museo Reina Sofía de Madrid ha decidido que las mujeres tomen el timón durante la recién estrenada temporada 2024-2025. Solo así se entiende que la mayoría de las exposiciones temporales de la pinacoteca, un total de cinco, están protagonizadas por el ámbito femenino.
Soledad Sevilla, Laia Estruch, Marisa González, Huguette Caland y Grada Kilomba llenarán de arte el centro cultural con nuevas propuestas rompedoras, a pesar de que algunas de ellas superan ya las 80 primaveras.
Es precisamente la primera de ellas la encargada de abrir la temporada del Reina Sofía con una creación que vuelve a recordar sus inicios. No en vano, la artista valenciana reconoce irónicamente que siempre está pintando el mismo cuadro; una conexión que sirve tanto para sus murales de los años 60 como para sus últimas series.
Mujeres más jóvenes como la lusa Grada Kilomba o la catalana Laia Estruch arropan una intensa programación que apuesta por lo femenino. Estilos tan dispares como las audaces performances de Kilomba o el arte sonoro de Estruch se dan la mano en las salas de la pinacoteca.
Además, el centro cultural muestra por primera vez en Europa una retrospectiva de la artista libanesa, ya fallecida, Huguette Caland, y su rompedor mundo estético.
Instalaciones psicoanalíticas
GRADA KILOMBA
Opera to a Black Venus
Del 20 de noviembre de 2024 al 31 de marzo de 2025
La artista multidisciplinar Grada Kilomba (Lisboa, 1968) desembarca en el Museo Reina Sofía con Opera to a Black Venus, primera presentación individual de su trabajo en España con una minuciosa selección de instalaciones.
Formada en Psicología Clínica y Psicoanálisis, la artista, muy influida por la obra del revolucionario filósofo, escritor y psiquiatra Frantz Fanon, comenzó a investigar y escribir sobre la memoria, el trauma, la raza y el género para analizar las conexiones entre el poder, el saber y la violencia, que comenzaría a tratar por medio de distintos formatos como la performance, la lectura escénica, el vídeo, la fotografía y las instalaciones escultóricas y sonoras de gran formato. A través de estos medios, Kilomba analiza los sistemas dominantes de producción de conocimiento y propone un proceso de desaprendizaje, tal y como expone en su libro fundamental, Memorias de la plantación.
Mediante el uso de narración de historias, en sus instalaciones crea un imaginario poético que apela al arte como medio de resistencia.
La muestra, que adopta el título de su último proyecto, reúne una serie de instalaciones que invitan al espectador a cuestionarse su propia posición dentro de la historia, así como a considerar formas alternativas de relacionarse con el pasado, además de tener una visión del presente mucho más contextualizada.
Desafío a las convenciones estéticas y sociales
HUGUETTE CALAND
1964-2013
Del 19 de febrero al 25 de agosto de 2025
Primera gran retrospectiva en Europa de la artista libanesa Huguette Caland (1931-2019), cuya vida y obra supuso un constante desafío a las convenciones estéticas, sociales y sexuales de su tiempo.
La muestra reúne aproximadamente 200 obras, entre dibujos y pinturas, textiles y collages, procedentes de Oriente Próximo, Europa y Estados Unidos, para abordar una nueva narrativa de la producción de la artista más allá de las más frecuentes lecturas en torno a su libre actitud feminista y su desarraigo cosmopolita.
El discurso transita los centros en los que Caland desarrolló una prolífica obra: su convulso Beirut natal, el liberalismo utópico del París de los años 70 y 80 y la decadencia bohemia de la escena artística de Los Ángeles, concentrada en Venice Beach, en los años 90 y primeros 2000.
En el marco de este mundo simultáneamente descolonizado y neoliberal, se desvelarán una multiplicidad de lenguajes, escritos y plásticos, que configuran los aspectos comunicativos, pero también las expresiones sublimadas de la obra de Caland, en la que la sensualidad de los cuerpos y sus partes, las palabras y sus correlatos, parecen establecer un diálogo constante.
Desde sus más célebres series, como Bribes de corps, pasando por sus particulares kaftanes, hasta otras menos conocidas, como su nutrida producción de autorretratos, la exposición revela, más que una evolución estilística de los diferentes momentos formales de su obra, una serie de recursos y estrategias plásticas construidas sobre colores y formas, líneas y retículas, o repetición de figuras, pero también sobre las palabras que pueblan su obra.
La voz humana como archivo reverberante
LAIA ESTRUCH
Hello Everyone
Del 26 de febrero al 1 de septiembre de 2025
La práctica de Laia Estruch (Barcelona, 1981) aborda la voz humana como un elemento material y las cuerdas vocales como herramientas, explorando así un lenguaje sonoro que va más allá de la mera interpretación de palabras habladas o cantadas. Este proceso de creación se desarrolla normalmente en escenarios escultóricos interactivos, y a menudo monumentales, que la artista crea para cada proyecto vocal específico.
Hello Everyone concentra los proyectos que ha producido desde 2011 hasta la fecha, presentados de manera conjunta como una nueva instalación: un archivo fragmentario y reverberante que incluye la exhibición de esculturas, sonidos, imágenes en movimiento, obras gráficas y partituras visuales, ocupando todo el espacio expositivo.
La muestra, que podrá verse del 26 de febrero al 1 de septiembre del próximo año, será, en parte, una exhibición retrospectiva, y a su vez, un almacén transitable que vive y respira.
Una de las principales cuestiones que plantea será la encarnación y performatividad, más allá de la presencia física de su creadora. Su cuerpo de trabajo artístico, la propia corporalidad de Laia Estruch, los cuerpos de sus colaboradoras, así como los volúmenes de las personas que transitan por los distintos espacios, son participantes activos de una experiencia de exploración y de descubrimiento constante del volumen y de la voz.
A pesar de que el proyecto incluye performances y actuaciones en directo de la artista en momentos puntuales, estos no son la modalidad principal a la que queda subordinada la exposición en el Museo Reina Sofía.
Sus esculturas se entienden como almacenes-árchivos en sí mismos, es decir, los usuarios podrán acceder a todos los ensayos y activaciones que Estruch ha realizado a lo largo de su carrera.
La copia de imágenes como sello creativo
MARISA GONZÁLEZ
Violencia mujer: La descarga
Del 21 de mayo al 22 de septiembre de 2025
La exposición de Marisa González (Bilbao, 1943) repasa en esta retrospectiva la variedad de medios y la indistinción entre originales y reproducciones, constante en su práctica artística. La muestra también atiende a cierta vocación de la creadora vasca por el arte de la instalación, creando de esta forma una obra bidimensional generada por la tecnología disponible en cada momento.
De esta forma, la muestra repasa la trayectoria de la artista, partiendo de la obra que ejecutó en los años 70, cuando se formó en el Departamento de Sistemas Generativos del Art Institute de Chicago. González emplea este bagaje para adentrarse en las intersecciones entre la creación artística y las tecnologías de comunicación y reproducción de imágenes. Fue, en ese sentido, avanzadilla en el escenario del arte español de ese momento.
En su evolución, González se interesa también por el residuo y el desecho. Así, a mediados de la década de 2000 prestó atención a una infraestructura industrial que nunca llegó a estar operativa: la central nuclear de Lemóniz.
Arte repleto de pureza y abstracción geométrica
SOLEDAD SEVILLA
Ritmos, tramas, variables
Hasta el 10 de marzo de 2025
A lo largo de su carrera, la pintora Soledad Sevilla (Valencia, 1944) ha desarrollado un riguroso lenguaje basado en la pureza de la línea y el color y en la construcción de formas partiendo de módulos geométricos. Esta exposición repasa cronológicamente hasta marzo del próximo año la trayectoria de la artista a través de más de un centenar de obras que abarcan desde sus primeros pasos en la década de los 60 hasta sus producciones actuales, algunas realizadas específicamente para la muestra. La retrospectiva incide en la afirmación de la artista de que ha pintado el mismo cuadro toda su vida, conectando sus primeros trabajos con sus últimas series como Horizontes blancos o Esperando a Sempere, en la que homenajea a su referente Eusebio Sempere.
Aunque ligada en sus inicios al heterogéneo grupo de artistas adscritos a los presupuestos estéticos de la abstracción geométrica, Sevilla pronto se desmarca del uso del ordenador como herramienta plástica. Hacia mediados de los 90, una acumulación de pinceladas comienza a invadir sus telas rítmicamente y la naturaleza se apropia de sus obras. Ya con el nuevo siglo, Soledad Sevilla se preocupa más por lo espacial, creando líneas en espacios tridimensionales.