Fermín Bocos

CRÓNICA POLÍTICA

Fermín Bocos

Periodista y escritor. Analista político


La pifia y el escarnio

10/10/2024

Pedro Sánchez nunca nos dijo qué es lo que había pactado con Bildu a cambio del apoyo de los diputados de este partido a su investidura. Ahora se va sabiendo. No solo era el trato favorable a los presos etarras a partir del momento en el que cedió al Gobierno vasco las competencias penitenciarias. Había más. Había la intención de impulsar una ley que permitirá a los presos de la banda una reducción de sus penas a partir de que les fueran reconocidos y restados los años de cárcel cumplidos en Francia. La medida -que había permanecido en el cajón- fue rescatada y embutida en una ley con una enmienda de Sumar que fue aprobada el pasado 18 de septiembre como modificación de la norma que regula el intercambio de información de antecedentes penales entre países de la Unión Europea.
Fue aprobada en medio del despiste y la dejadez del Partido Popular y de Vox -ni se olieron la tostada aunque ahora elevan la voz-. Es una pifia y un escándalo. La ley va a favorecer a 44 presos. Esta situación nos devuelve la peor imagen del personaje que preside el Gobierno. Pactó con Junts y con ERC y fuimos conociendo el contenido de aquellos pactos, pero en el caso de Bildu, no hubo declaración alguna en ese sentido. Lo que supimos por boca de Arnaldo Otegi era que la prioridad de Bildu pasaba por sacar de la cárcel a los presos que tiene la banda y para conseguirlo apoyarían a Sánchez. Las consecuencias de este episodio nos van a devolver la memoria de escenarios llenos de dolor e indignación. Los años del terror etarra. Cuando se aplique, algunos de los 44 presos a los que va a favorecer la ley saldrán de la cárcel. Entre ellos, Francisco García Gaztelu, "Txapote", condenado por el asesinato, entre otros ciudadanos, de Miguel Ángel Blanco, Fernando Múgica, Gregorio Ordóñez y los guardias civiles Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas. Las asociaciones de víctimas del terrorismo consideran que estamos ante un escarnio. No les falta razón porque Sánchez está a lo suyo, pero en este caso la pifia de los diputados de la oposición no tiene un pase.