Informática, telecomunicaciones, banca, recursos laborales, marketing, energías renovables, aeronáutica... son algunos de los sectores que permiten teletrabajar desde Soria a personas que han decidido regresar a su tierrra con el objetivo de aprovechar la calidad de vida y estar cerca de sus familiares y amigos. Uno de los ejemplos es AdrianaVinuesa que, con 36 años y tras vivir en distintos lugares de España y el extranjero, ha vuelto a Soria junto a su pareja y sus dos hijos porque teletrabaja en una empresa de gestión de talento, Fresh People, que nació durante la pandemia, por lo que no tiene sede física toda su plantilla realiza su actividad en remoto desde varias localizaciones y como nómadas digitales. Su intención es poner en valor este sistema laboral que puede atraer población joven a Soria, una provincia que no puede satisfacer la demanda de ciertos perfiles. «Creo que puede impulsar la repoblación de la España Vaciada, aunque hace falta mucha concienciación todavía», asegura la experta en personal y organización, que observa cada día la realidad del ámbito empresarial y del sector digital y tecnológico. «Es triste que muchas veces decidamos nuestro futuro por dónde están nuestras oportunidades laborales y muchas personas van a Madrid y Barcelona no porque quieran vivir allí, sino porque hay trabajo. Mucha gente quiere vivir en Soria pero el mercado laboral no le ha dado la oportunidad», por lo que anima a las empresas a optar por este «modelo win win (ganan las dos partes)», impulsor de la movilidad del talento en el interior de España. 

En su caso, ha retornado porque sus planteamientos de vida han cambiado y ahora tiene su propia familia. «Pienso en la infancia que he tenido en Soria y me encantaría que mis hijos la tuvieran también», además de tener a los suyos cerca; la tranquilidad de la ciudad, sin peligro, contaminación, ruido... y con naturaleza y aire libre a un paso. Otros puntos a favor es que no haya desplazamientos al puesto de trabajo y el ahorro respecto a vivir en una gran ciudad. 

«Lo ideal de los nuevos modelos de trabajo ahora es la flexibilidad, tanto en tiempo como en lugar. Pero las empresas tienen que estar muy preparadas para trabajar por objetivos e impacto y no por las horas sentados en la silla. Es el gran reto», comenta. En su caso, trabaja de 9 a 17 o 18 horas, para encajar con las empresas, «aunque si tengo un pico de inspiración a las 23 horas puedo ponerme a tabajar». La conexión para reuniones del equipo y con clientes nunca le ha fallado y reconoce que en el medio se está avanzando en este aspecto. «Tienes que tener en casa un espacio dedicado, en mi caso una habitación con todo lo necesario», comenta, «lo importante es tener un espacio en el que estés a gusto y con luz natural, que muchas oficinas no lo tienen». Además, cree que es importante el poder teletrabajar desde cualquier lugar, esa libertad de movimientos. Para que el teletrabajo funcione, hace refeencia a la «corresponsabilidad», es decir, ser puntual y organizado. Suele tener meeting con el equipo, toda la empresa, con el manager y con los compañeros con los que comparte proyecto, además de los tres encuentros presenciales de la empresa al año.

Adriana insiste en que cada vez sabe de más casos de teletrabajo desde Soria, tanto al completo como con modelo mixto, con desplazamientos algún día en semana. Aunque ahí sí que entran en juego las conexiones de Soria, «por ejemplo, en tren los tiempos se extienden y no hay tantas frecuencias». 

Su pareja, el italiano Mario Aurino, teletrabaja como comercial internacional Matchpoint, que crea aplicaciones pps personalizadas para clubes de pádel y tenis. El covid abrió paso a un modelo de trabajo que encajó en su actividad y eso les animó a trasladarse de Valencia a Soria, «con gran calidad de vida» y con la familia cerca.  Mario contacta con clientes de todo el mundo por e-mail o WhatsApp y les presenta la solución por videoconferencia, así que trabaja con Zoom, WhatsApp, un CRM como Hubspot y un softphone. Además, viaja a otros países de forma puntual, por lo que cree que «el autobús directo a la T4 es muy útil, aunque sería ideal tener horarios más frecuentes y disponibilidad de billetes». Sobre los beneficios del trabajo remoto, indica la «flexibilidad horaria» para poder reunirse con  clientes (de Australia a las 7 horas o de Miami a las 20 horas, según la franja horaria), así como reducir desplazamientos, con los beneficios para el medio ambiente. «Hay muchos sorianos viviendo fuera que volverían y el teletrabajo es una solución, al tiempo que puede ayudar a empresas sorianas a dar con perfiles profesionales que les interesen», concluye.

También desde Soria teletrabaja Mario, el hermano de Adriana, concretamente, en el departamento financiero de una multinacional del sector informático. «Tras siete años en Dublín (Irlanda), decidí que ya era el momento de volver a mi tierra cuando mi empresa incorporó este sistema y aceptó mi propuesta» y ahora se coordina con el resto del equipo en diferentes países, «adaptando horarios para las reuniones». La «flexibilidad» y el equilibrio entre el ámbito laboral y el familiar son los pros de este modelo, que le ha permitido «estar cerca de familia y amigos y vivir en el lugar que quiero». Igualmente, valora la autonomía y la capacidad de concentración al trabajar desde casa, lo que le permite ser «más productivo». El tiempo que se quite de desplazamientos diarios a la oficina, sobre todo en grandes ciudades, lo destina a otras actividades. «Hay que animar para que venga más gente a vivir a Soria, a la capital o a los pueblos, por lo que las administraciones deben impulsar esta idea de trabajo, mejorando la conectividad en los distintos pueblos u ofreciendo espacios de coworking. A mí me gustaría pasar más temporadas largas en mi pueblo, pero al no haber fibra óptica...», dice.

tecnología al alcance. Otro de los casos es el de Gonzalo Ahenke, que comenzó a teletrabajar en la pandemia en la empresa Hitachi Energy, líder tecnológico en soluciones y servicios innovadores en toda la cadena de valor con 40.000 trabajadores en 90 países. «Somos pioneros en tecnologías y permitimos la transformación digital necesaria para acelerar la transición energética hacia un futuro neutro de carbono», comenta sobre esta firma con sede en Suiza y oficinas en más de 140 países. 

Las herramientas y los avances informáticos permiten optar por este modelo. Además del ahorro económico que supone vivir en Soria y la calidad de vida, apunta a la conciliación familiar y la flexibilidad como ventajas del teletrabajo, por lo que anima a sorianos y a empresas a optar por ello. «Las empresas pueden atraer talento nuevo y joven ubicado en cualquier parte del mundo, con los beneficios que supone en inclusión, diversidad y conciliación», añade. Además, para una provincia como Soria «es un salvavidas importante» para aumentar y mantener población pero, sobre todo, «rejuvenecerla». «Cada vez hay más gente joven a la que le gustaría tener la comodidad y la calidad de vida de una ciudad como Soria, sin tener por ello que renunciar a ascensos profesionales o retribuciones en grandes empresas», concluye.

Alberto Fernández Gómez, informático en Hispasat, trabaja un 60% en remoto (tres días) y un 40% en presencial(dos días). Decidió volver a Soria «porque aquí está mi familia y la de mi mujer, lo que es un apoyo fundamental»; además del entorno natural, «un privilegio que gracias al teletrabajo está a nuestro alcance cada día». A ello se suma, como ya apuntan otros entrevistados, el ahorro de tiempo en desplazamientos, que ahora invierte «en familia y ocio». 

Sobre si animaría a otras personas, «tiene que gustarte el ambiente fuera de la gran urbe». «Ahora mismo con las infraestructuras de fibra óptica y conectividad satelital en cualquier lugar de Soria se puede disponer de medios para teletrabajar incluso en empresas de otros países», afirma. En su caso, está adherido al programa Conéctate 35, que permite el acceso a internet de calidad con una antena vía satélite. El teletrabajo es «positivo» para Soria porque se traduce en puestos de trabajo. «Muchos jóvenes cualificados de Soria renuncian a la calidad de vida para buscar empleo en otro entorno laboral, pero ahora pueden volver, beneficiando a la economía local e impulsando el aumento tan necesario de la natalidad», reflexiona.