Pedro Navalproto, el adnamantino que fundó ahora hace medio siglo la planta embotelladora de agua mineral Monte Pinos (Almazán, Soria), reconoció ante el numeroso público que se congregó a celebrar el aniversario, el dolor que sintió cuando en 2004 vendió su empresa a una compañía más grande y potente. Fue dijo como "perder a un ser querido". Sin embargo, el empresario soriano afirmó que lo hizo para dedicarle horas a su mujer, Carmen Beltrán, y subrayó que la venta en el momento oportuno: "Las empresas hay que venderlas cuando van bien y tienen éxito", aseveró.

Monte Pinos fue adquirida por una gran compañía que entendía, según el empresario, la filosofía del agua y la idiosincrasia de la provincia de Soria.

La empresa adnamantina pasó a ser parte hace 20 años de Vichy Catalán, una empresa catalana familiar que apuesta por aquellos territorios donde se asienta, según destacó, su presidenta, Irene Renart. "España, Soria y Almazán nos hubiéramos perdido mucho sin Monte Pinos una empresa que genera riqueza, que construye, que da empleo, que cumpla la ley, que genera cultura. Nos hubiéramos perdido la excelencia de un agua extraordinaria", expresó.

Renart comparó el agua Monte Pinos con el carácter de los castellanos "sencillo, adusto, tieso, bondadoso y muy bueno". "El castellano es social pero sin florituras de falsario de corte. El castellano es callado, noble, orgulloso pero humilde y consciente de su pequeñez", indicó para calificar el agua Monte Pinos es "callada, humilde, noble y verdadera".

Para la presidenta del Grupo Vichy Catalán, Monte Pinos se ajusta a la verdad de sus trabajadores y colaboradores, y aseguró que es el agua embajadora de Soria y también de Castilla y León.

No quiso pasar la oportunidad de agradecer a su fundador, Pedro Navalproto, sus "ideas innovadoras, su emprendimiento valiente y sus acciones decidas y el haber puesto en pie la empresa". También le reconoció la buena idea de haber creado la Fundación Navalproto que ha ayudado a miles de personas en el mundo tener acceso el agua.

En el acto, la alma mater de Vichy Catalán tuvo palabras de cariño para los trabajadores y para la mujer de Pedro Navalproto, Carmen Beltrán, que hoy cumplió años. Irene Renart aseguró que ella es el "alma de Monte Pinos" y le dedicó versos de Antonio Machado. Para finalizar, la catalana hizo gritar a los presentes vivas por: Monte Pinos, por Pedro y Carmen, por Almazán, Soria, España y Vichy Catalán.

Por su parte, el CEO de la compañía, Juan Bautista Renart, reseñó que en la celebración estaban presentes sus clientes, y aludió a la buena calidad de un agua que nace del Duero y es baja en sodio, lo que le hace perfecta para garantizar la salud cardiovascular.

Asimismo, precisó que Vichy Catalán está compuesta por varias familias, y recalcó que fue Pedro Navalproto ha sido el que aportó la riqueza al territorio y salud a los clientes. "Hoy Monte Pinos se bebe en Castilla y León, Andalucía, Japón y República Dominicana, entre otros muchos lugares", aseguró a Ical.

Sobre el futuro de la empresa adnamantina, el CEO garantizó su compromiso con el territorio, y comprometió seguir llevando el nombre de Almazán y de Soria por todas las mesas del mundo.

El acto de aniversario, que se desarrolló en el Convento de Almazán, reunió a amigos y clientes de la compañía y se convirtió en un homenaje a Pedro Navalproto, quien agradeció al Grupo Vichy Catalán su compromiso con Soria y por contribuir al crecimiento de la marca. "En la familia Renart Montalat encontré a gente sana, amable, entendida y fiable y, por ello, cerré la operación de compra venta en solo 15 días. Tenemos una relación casi familiar", reconoció para alentar a los proveedores a seguir confiando en la marca.

Durante la celebración, Monte Pinos quiso entregar premios a todas aquellas personas que contribuyen a llevar el nombre de la firma por el mundo y así reconoció la labor de los cocineros sorianos Óscar García y Carlos de Pablo; a la deportista de la Real Sociedad, Lucía Rodríguez, a la directora de planta en Almazán, Purificación Esteban, a la Federación de Casas de Soria y al Festival de las Ánimas, entre otros muchos.

Además, Pedro Navalproto y Carmen Beltrán fueron nombrados caballero y dama de honor, respectivamente, de la Cofradía Gastronómica del Agua.