Esta temporada el Club Valonsadero Bádminton ha llegado al punto más alto de su corta historia. Fundado hace ocho temporadas, el ranking nacional sitúa a la entidad como la número uno en categoría sub-15. «Es un premio al trabajo que realizamos todo este tiempo con esta generación», cuenta con orgullo su entrenador, Carlos Palero.

No se trata de un caso aislado, pero tampoco de dos ni de tres. Hasta cinco de sus integrantes fueron partícipes este año de la victoria de Castilla y León en el Campeonato de España Infantil por comunidades autónomas. «Calculo que el 80% de los puntos conseguidos por el equipo fueron de ellos», desvela el técnico.

Hugo Sanz, Irene Gárate, Ian Antón, África Cazo, Noel Romera y Miguel Pérez, componen un equipo que colapsa las primeras plazas en prácticamente cualquier torneo nacional. Unos triunfos que vienen acompañados de una forma de entender el entrenamiento que les ha llevado a mirar a la cara a jugadores que entrenan en los Centros de Tecnificación del país.

Un pequeño rincón. Para encontrar el lugar de entrenamiento del Club Valonsadero Bádminton hay que navegar hasta las entrañas del complejo del San Andrés. Concretamente se debe entrar hasta el frontón. Allí, justo al fondo, cuentan con un pequeño espacio adaptado. «Es nuestro rincón», reconoce Carlos Palero con una sonrisa.

Ese es uno de los motivos por los que no puede contar con más 20 integrantes. «Para poder realizar este modelo de entrenamiento, no tenemos espacio para más», explica. Una forma de entrenar que, aclara, no es arrogante, pero sí muy específica. «Somos como un pequeño centro de alto rendimiento», detalla. «Empezamos así hace ocho años y ahora ellos están totalmente acostumbrados», sentencia el entrenador.

En ese espacio lograron éxitos históricos como la primera medalla nacional del bádminton soriano a cargo de Carmen Carro, la primera piedra en un exitoso camino. «Puede que ahora lleguen los frutos, pero hay mucho trabajo detrás», afirma Palero. «Quisimos instaurar algo diferente y creo que lo hemos conseguido», puntualiza.

Recorrido. Viendo los resultados, todo hace indicar que esta generación puede llegar a lo más alto. «Eso lo tenemos que ver después», matiza Carlos Palero. «Si algo hemos aprendido este tiempo es que cada año es diferente, no podemos mirar más allá», añade. Como primer objetivo estará el Campeonato de Europa Sub-17.

A esa cita quieren llegar con el máximo número posible de sus deportistas. «Estamos preparando todo eso y después ya veremos», cuenta con misterio. «Cuando crezcan tenemos que replantear cómo trabajar con ellos, si se puede seguir llevando este modelo hasta edades adultas», aclara. El lugar y las horas necesarias deberían ser mayores.

Pese a contar con este potencial, nada es seguro. «Una posibilidad es que ellos acaben en alguno de los Centro de Tecnificación con los que cuenta España», predice el técnico. Mientras tanto, el Club Valonsadero Bádminton seguirá forjando a los que pueden ser jugadores de élite. El tiempo dirá si es posible, pero mientras tanto, seguirán quemando etapas luchando por lo máximo.