El patinador soriano Héctor Díez ha firmado un verano repleto de citas nacionales e internacionales. Primero llegó el Campeonato Nacional Sénior de Zaragoza, al que se presentaba por primera vez y logró hacerse con la medalla de oro. A los pocos días llegó el Europeo de Portugal, en el que el soriano revalidó el título de campeón con el que se había hecho en 2022. Ya en septiembre se desplazó hasta Italia para competir en el Mundial de Patinaje Artístico. Tras disputar la prueba no solo contra sus compañeros sino también contra una dolencia, conseguía hacerse con el cuarto puesto. El deportista repasa una temporada marcada por las subidas y bajadas.
Ha sido un verano muy intenso, primero con ese Campeonato Nacional Sénior. ¿Es el primer título de esta categoría que has conseguido?
Sí, del absoluto sí.Ya había ganado a nivel nacional otros torneos. En este campeonato se desarrollan dos programas, uno corto y otro largo. En el corto la verdad es que me salió todo bastante bien y tenía mucha ventaja de puntuación con el segundo clasificado. El largo también fue bien, quedé muy arriba. Yo diría que ha sido el mejor campeonato que he disputado durante esta temporada. Estoy muy satisfecho en particular por este título porque es el resultado del buen trabajo que he hecho durante todo el año.
¿Dabas por conquistado ese título nacional tras ese buen programa corto y, sobre todo, por el estado físico en el que te encontrabas?
No, nunca puedes dar por hecho nada. Siempre hay algún fallo o algún detalle que se puede mejorar y que te puede hacer bajar en este tipo de competiciones. En este deporte te lo juegas todo en dos minutos, pero sabía que si ese día me salía todo bien tenía muchas posibilidades de hacerme con el título.
Al poco tiempo llegó el Campeonato de Europa, ¿cuánto tiempo tuviste entre ambas citas?
La primera semana de julio me proclamé campeón de España y a las dos semanas llegó el campeonato de europa, en el que también me hice con la victoria. A pesar de participar en dos competiciones tan seguidas, estaba en muy buena forma. Los programas también los tenía bastante preparados, por lo que fue una combinación perfecta para poder estar al máximo en las dos. Si que es verdad que en Europa hay mucho más nivel, sobre todo en países como Italia y Portugal. Sabía que iba a ser más difícil que la competición de España, pero estaba preparado.
Y para cerrar el verano, en el Mundial de Italia, te has quedado a las puertas de conseguir un metal. ¿Cómo fue tu participación en este campeonato?
Fue complicado. Me lesioné diez días antes del Mundial. Me hice un esguince en el tobillo. Pensé que no iba a poder competir porque estuve toda una semana parado. Al final si que pude presentarme, aunque me dolía todavía y no pude entrenar lo suficiente ni al mismo ritmo al que había estado trabajando durante los meses de atrás. Quedé en cuarta posición, que no es lo mejor a lo que podría haber llegado si hubiese estado en buenas condiciones, pero con todas estas circunstancias no estoy descontento con el resultado.
¿Cómo llevas la recuperación?
Aunque sí que hago algunos ejercicios para seguir en forma y no perder mucho el ritmo, llevo sin entrenar dos semanas. Seguramente, este tiempo de recuperación se alargará unos 15 días más, depende de cómo vaya respondiendo el tobillo. Por el momento, parece que va bien.
En estos campeonatos, hemos visto que el patinador español Lucas Yáñez te ha estado pisando los talones. Tanto en el Campeonato Europeo como en el Mundial, ha quedado en tercera posición. ¿Qué relación tienes con él tanto dentro como fuera de la pista?
He coincidido con él en muchos campeonatos desde hace varios años. Somo compañeros. Tengo muy buena relación con Luca, fuera de las competiciones somos amigos. Una vez nos ponemos los patines, cada uno hace lo posible por estar arriba y ganar. Sí que tenemos un pique sano como es normal en el mundo del deporte. A lo largo de todos estos años, unas veces he ganado yo y otras veces me ha tocado felicitarle por sus victorias.
Tras este gran verano que has tenido, ¿qué es lo que te queda por conseguir?
Lo que tengo pendiente es el Mundial, por supuesto. Sé que no es fácil, ahí sí que están los mejores, el máximo nivel. Sería mi sueño poder ganar un mundial. Voy a trabajar para ganarlo la próxima temporada, aunque nunca sabes cómo llegan los demás o si tú mismo vas a tener una lesión a última hora, como me ha pasado este año. Mi objetivo es seguir en la misma línea para poder hacerme con el mayor número de puntos y estar lo más arriba posible en la tabla de clasificación. Si trabajas bien, siempre hay más probabilidades de poder conseguir el oro.
¿Cuál es ahora el siguiente paso a nivel deportivo?
Con el Mundial, he terminado la temporada. Ahora tengo que comenzar a prepararme para el año que viene. Hasta marzo no comienzan los campeonatos. Toca empezar a preparar los nuevos programas.
¿Qué es lo que te espera ahora en la pretemporada?
La idea que viene ahora es, sobre todo, probar cosas nuevas. Durante toda la temporada se hace lo mismo durante mucho tiempo. Se tienen que preparar durante muchas horas los mismos programas, coordinarse con la música e intentar que, para cuando llegue la prueba, haya el menor número de fallos posibles. Ahora es el momento de dejar todo atrás y empezar de cero.
¿Hay algún elemento que te gustaría probar?
Sí, quiero probar un salto nuevo. Se llama Triple Axel, que son tres vueltas y media en el aire. No lo he llegado a hacer nunca en competición. Por eso tengo ganas de ensayarlo y probarlo.
Aunque todavía queda mucho, como en cualquier deporte, en algún momento tendrás que colgar los patines. ¿Cuáles son tus planes una vez dejes el patinaje?
Aún no lo he pensado demasiado. Sí que es cierto que estoy estudiando la carrera de biomedicina. Sí que me gustaría trabajar en algún ámbito relacionado con esta rama. En un futuro, también me pretendo dar clases de patinaje, de cómo se realizan los pases, de cómo realizar un buen entrenamiento, esas cosas. Pero todavía no tengo nada claro. Por ahora me voy enfocando año a año y el plan es ir viendo cómo se va desarrollando.