Los pactos alcanzados por el PSOE con partidos independentistas para la investidura de Pedro Sánchez han convertido la escena política nacional en un polvorín del que Castilla y León no es ajeno. Una tensión que este lunes terminó de estallar en las redes sociales después de que el vicepresidente de la Junta y líder regional de Vox, Juan García-Gallardo, publicase una serie de mensajes en su perfil de 'X' –antiguo Twitter– cargando contra diferentes figuras del PSOE regional, e incluso contra el presidente de Asturias, el socialista Adrián Barbón, al que tachó de «traidor a España». «Eres un traidor a tu tierra, como todos los socialistas que aún no han roto su carnet del PSOE», escribió García-Gallardo en respuesta a un mensaje difundido por Barbón en su perfil en la red social X (antes Twitter) en el que expresaba su «fidelidad» a Asturias y en el que afirmaba, en relación a la condonación de deuda, que «o se condona a todas o a ninguna». Lejos de retractarse, el vicepresidente de la Junta volvió a responder al presidente de Asturias en el mismo tono: «Menos llorar y más defender a Asturias y España, traidor».
Este enfrentamiento desde las redes sociales de García-Gallardo no se limitó al presidente asturiano, y también durante el fin de semana tachó de «traidor» y «sinvergüenza» al líder del Partido Socialista de Castilla y León (PSOE), Luis Tudanca, al que advirtió, tras la denuncia de señalamiento del socialista, que desde Vox iban a parar «el golpe a España y al Estado de derecho» del PSOE. Asimismo, el vicepresidente también dirigió sus calificativos hacia la secretaria de Organización del PSOE regional, Ana Sánchez, y la secretaria general del Grupo Socialista en las Cortes, Patricia Gómez. «Los socialistas que no tenéis dónde caeros muertos como Luis Tudanca y tú estáis pensando en las próximas elecciones», escribió Gallardo en contestación a un mensaje de la socialista Ana Sánchez.
Unos mensajes que ayer sirvieron a los socialistas señalados, tanto Barbón como Tudanca, para exigir al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que desautorice públicamente a su vicepresidente. «Es un señalamiento impropio de una democracia y que se parece a los que hacían en regímenes totalitarios para visibilizar a los 'objetivos'», sostuvo el presidente de Asturias, que recordó que con Castilla y León «siempre hemos mantenido una cordial relación institucional y de trabajo». Más contundente fue Tudanca, que exigió a Fernández Mañueco que eche de la Junta a García-Gallardo. «No le paró los pies cuando insultó a las víctimas de violencia de género o a las mujeres con discapacidad. Y aquí hemos llegado».
Peticiones que no fueron atendidas por el presidente de la Junta, que a su llegada a la Junta Directiva Nacional del PP celebrada ayer en Madrid evitó desautorizar a su vicepresidente, Juan García-Gallardo, como le había pedido su homólogo de Asturias, e hizo un llamamiento a los socialistas para que hagan «una reflexión de cuál es la responsabilidad que tienen» con la amnistía y la condonación de deuda a Cataluña. «Más allá del afecto personal que pueda tener a los asturianos y al presidente Barbón, lo que sí creo es que los socialistas tienen que hacer una reflexión de cuál es la responsabilidad que tienen».
Además replicó a Barbón que en estos momentos «hay dos posiciones»: «La de España, la de Asturias y la de Castilla y León y por otro lado la de Sánchez y la de sus socios separatistas. Yo elijo el lado de España, de Asturias y de Castilla y León». En cualquier caso, Fernández Mañueco dio por hecho que las «muy buenas relaciones institucionales» entre Castilla y León y Asturias se mantendrán «más allá de las personas o de las formaciones que formemos los distintos gobiernos».
Más tarde, el propio Barbón reconoció sentirse «decepcionado» con el presidente de la Junta: «De nada sirve que hable del afecto que me tiene. Los afectos están bien, pero mejor el respeto institucional». Para el presidente asturiano, el dirigente de Vox «insultó» a un presidente autonómico por su posición «en defensa de los intereses de su tierra» cuando Barbón defendió el acuerdo entre el PSOE y ERC para condonar 15.000 millones de deuda de la Generalitat de Cataluña con el Estado al considerar que esa medida será positiva también para el resto de comunidades autónomas.