El hasta ahora vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, comunicó hoy formalmente su renuncia al cargo, algo que reconoció no le resultó "fácil", pero añadió que ha meditado sobre ello en los últimos días, ante los acontecimientos que se había producido en la Comunidad y en el ámbito nacional en relación a la migración ordenada y la lucha contra las mafias de trata de seres humanos. A partir de ahora, dijo, pasa a la oposición y será el portavoz del Grupo Parlamentario Vox en las Cortes.
En su comparecencia en la sala de prensa del Consejo de Gobierno, García-Gallardo explicó que le había entregado en mano su carta de renuncia al cargo al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, a quien expresó su "respeto", "afecto" y "cordialidad" y de quien se despidió con "cariño" y "afecto", tras dos años de gobierno de coalición en Castilla y León, en los que destacó ha habido "respeto institucional" y "colaboración leal" en beneficio del interés general, según recoge Ical.
García-Gallardo explicó que la "gota que ha colmado el vaso" ha sido el incumplimiento del acuerdo de combatir la inmigración ilegal para evitar que Castilla y León se convierta en Francia. Además, apuntó que él ya había decidido su salida del Gobierno autonómico, aunque prefirió esperar a la decisión "global" y "colegiada" de Vox de ayer. Además, señaló que el responsable de esta situación es el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, por no oponerse política y jurídicamente al reparto de menores migrantes no acompañados, a los que se refirió como "menas".
Asimismo, aseguró que el acuerdo del Comité Ejecutivo Nacional de Vox sólo afecta a los gobiernos autonómicos, no a los parlamentos, ni tampoco a los ayuntamientos. No obstante, indicó que la salida de su partido de los ejecutivos afecta a todos los "cargos políticos", pero reconoció que individualmente cada uno deberá adoptar una decisión de forma personal y de acuerdo a su escala de valores, ya que precisó no es algo que esté en su mano.