Desde 1996, Enrique Delgado ha ocupado cargos en la gestión de la sanidad soriana. Pero su arraigo a la provincia comienza a fraguarse en 1983, cuando llegó como médico rural a la zona de Arcos de Jalón procedente de Madrid. «No sabía ni dónde estaba Soria», admite. Su experiencia como galeno de pueblo le llevó años después a dirigir la Gerencia de Atención Primaria y, en 2011, a tomar las riendas de la Gerencia Integrada de Asistencia Sanitaria de Soria.
«Viví el nacimiento de la Atención Primaria como tal. En 1985, Arcos de Jalón fue el primer municipio que se integró en Castilla y León en la Primaria y, seguramente, uno de los pioneros de España. Fue un momento importante, como lo fue en 2002 el traspaso de las transferencias de sanidad del Insalud a las comunidades autónomas, y la creación de Sacyl [...] Y la integración en Soria fue decisiva, una apuesta por la cobertura de las necesidades esenciales de los ciudadanos de la manera más efectiva», subraya.
Un tiempo en el que ha vivido la profunda transformación de la asistencia sanitaria en Primaria y en Hospitalaria, con la incorporación de nuevas tecnologías, la implantación de la historia clínica electrónica o las sucesivas acreditaciones de calidad con el modelo EFQM, entre otros ejemplos, en los que cabe poner de relieve la ampliación y reforma del hospital universitario Santa Bárbara, con sus avances y sus paréntesis.
«Pero la guinda, desde luego, ha sido la pandemia. Es lo peor que hemos podido vivir. Y sigue aún, porque hay pacientes ingresados», advierte. De hecho, la intención de Delgado, tal y como confiesa, era la de haberse jubilado con anticipación, pero «no podía abandonar el barco» en ese tiempo crítico desde marzo de 2020.
No obstante, el exgerente de Asistencia Sanitaria alude a otra fecha especialmente triste: el 6 de julio de 2000. El día negro del accidente de Golmayo, en el que colisionaron un autobús con adolescentes y un camión. Fallecieron 28 personas.
Tanto en aquel terrible siniestro como después en la pandemia del covid, los sorianos sacaron todas las armas de «solidaridad» y «colaboración». «Todo el mundo se volcó [...] Los médicos se prestaban voluntarios...», resalta el doctor Delgado.
En cuanto a los años del covid, Enrique Delgado sostiene que, aunque en Medicina se estudian las pandemias, nadie esperaba que fuera a ocurrir, menos aún algo tan desconocido como el coronavirus. «En marzo de 2020 todos nos contagiamos, todo el personal... Lo bueno de la pandemia es que se demostró la capacidad de resistencia del ser humano», reflexiona. Y, asimismo, el alcance de la ciencia que en muy poco tiempo consiguió los test de diagnóstico rápido y, lo más importante, las vacunas que evitaron miles de fallecimientos.
Igualmente, Delgado asume que después de pasar por una situación tan crítica es «normal» que la población esté «más susceptible» y se olvide de aquellos días de confinamiento y ovación a los sanitarios por el papel crucial que jugaron. «Las listas de espera se dispararon y eso es difícil de afrontar en poco tiempo; ahora es cuando se está encauzando. La gente tiene mucha razón cuando tiene que esperar meses», matiza.
ALGUNOS HITOS. Para Enrique Delgado, que las comunidades autónomas asumieran las competencias fue «muy positivo» respecto al escenario de financiación que se abrió. «Nos movíamos en Castilla y León. Se hizo el nuevo centro de salud de La Milagrosa y se impulsó el plan director para la ampliación y reforma del hospital», recuerda.
Todo con sus pros y sus contras. Porque en 2011 se inauguraron las obras de la primera fase del hospital y en 2012, como consecuencia de la crisis y sus recortes, se paralizó el proyecto. «Eso fue muy duro», ensalza, «y cuando se quiso retomar hubo que revisar los planes funcionales porque las necesidades habían cambiado. Por ejemplo, se pasó de 70 a 100 consultas. Una vez que empezó la obra ha ido como un tiro. Con el nuevo edificio, todo el mundo está encantado».
El hecho de que Soria, al fin, vaya a contar con el servicio de Radioterapia es otro motivo de satisfacción para Enrique Delgado. Probablemente, sea el recurso sanitario más demandado por los sorianos, debido los obligados desplazamientos a Burgos (también a Logroño en otros tiempos) para los tratamientos oncológicos. La fórmula de las unidades satélites ha permitido que se desarrolle este proyecto, ya que con anterioridad la propia Sociedad Española de Oncología Radioterápica desaconsejaba este servicio si no se contaba con un número suficiente de pacientes para garantizar la seguridad. «No era un problema de inversión, sino de modelo», puntualiza.
Asimismo, Delgado considera que, una vez que finalice la segunda fase de ampliación y reforma del hospital universitario Santa Bárbara y se ejecuten los nuevos centros de salud Soria Norte, El Burgo de Osma y San Leonardo «poco quedará por hacer» en materia de infraestructuras sanitarias. En este sentido, el médico destaca las instalaciones de San Esteban de Gormaz o Pinares-Covaleda y el hecho de que todos los centros de salud sorianos cuenten con ecógrafos. «Esto es un cambio importante, como lo será la cirugía robótica en el futuro», apunta.
FALTA DE PROFESIONALES. En las cuatro décadas que Enrique Delgado ha estado entregado a la sanidad soriana, tanto como médico de familia como gestor, el escenario sobre la disponibilidad de médicos ha cambiado rotundamente. La falta de facultativos que asfixia a la sanidad en los últimos años requiere, a su juicio, un «abordaje estatal, un pacto por la sanidad». Reconoce que es «difícil», pero «si hemos salido de situaciones como la pandemia» es posible. «Ahora estamos mejor que en otros sitios», si bien avisa de que son «muchos» los médicos de su generación que se están jubilando o lo harán en los próximos años. Por lo que el problema se agravará a corto plazo, si no se adoptan soluciones inmediatas y drásticas. «Hay que plantear un criterio organizativo claro y concreto. No se trata de quitar médicos al área del vecino, porque puede volverse. La gente se queda en un sitio por distintos motivos y hay que decir que en Soria se vive muy bien», abunda Enrique Delgado.
Para el exgerente de Asistencia Sanitaria, no es un día descabellada recuperar en Soria el grado de Medicina, con una fórmula similar a la que existía cuando el campus dependía de la Universidad de Zaragoza. «Hay posibilidades, podría ser una facultad satélite de Valladolid. El Campus de Soria está preparado para ello», asegura. En su opinión, el hecho de que el hospital Santa Bárbara ya sea universitario y la creación de la Facultad de Ciencias de la Salud han sido «pasos decisivos», como lo puede ser la aprobación del Máster de Sanidad en Soria.
Por último, Enrique Delgado concluye que no se desvinculará de la sanidad soriana, aunque ya no estará «en primera línea».
EL RELEVO. La Gerencia Regional de Salud de la Junta de Castilla y León resolvió que José Luis Vicente Cano asuma temporalmente las funciones de gerente de Asistencia Sanitaria de Soria tras producirse la jubilación efectiva de Enrique Delgado, que ejercía desde 2011 esta responsabilidad. Vicente acumula estas funciones junto a las que desempeña como director de Gestión y Servicios Generales, hasta que se proceda a la cobertura del puesto por los procedimientos de provisión legalmente previstos.