Un antes y un después han supuesto las políticas de gratuidad y rebajas de precios en los billetes del tren de media distancia de Castilla y León, tanto el que discurre por las vías convencionales, como el que utiliza redes de altas prestaciones (Avant). Las líneas declaradas obligaciones de servicio público (OSP) fueron utilizadas por 10,4 millones de viajeros (subidas y bajadas) en 2023, casi el doble de los 5,5 registrados en 2022 y en 2019, el ejercicio previo a la pandemia de la covid-19. Los resultados de los descuentos financiados por el Gobierno de España, con la gratuidad de los abonos para los viajeros recurrentes en los trenes de media distancia, como los que financia la Junta en las redes de alta velocidad, han disparado un 88,3 por ciento la utilización de los servicios ferroviarios declarados como obligación de servicio público, que en 2023 sumaron más de una docena de itinerarios, como el Valladolid-Madrid.
Los datos de Renfe, consultados por Ical a través del Portal de Transparencia, reflejan que estos servicios de la Comunidad anotaron crecimientos de hasta tres dígitos en las diferentes provincias. Detrás del crecimiento del tráfico ferroviario parece estar la apuesta por las bonificaciones y rebajas en los precios, que en el caso de los trenes convencionales, llega al 100 por 100, y que en los de alta velocidad o Avant, llegan hasta el 75%, al añadir el 25 por ciento que financia la Junta al 50 previsto para toda España.
Por provincias, el mayor incremento en el tráfico en estos trenes se dio en la provincia de Zamora, con un aumento del 946,4 por ciento, pasando de 17.000 viajeros en 2022 a 177.900 en 2023, seguida de las de Palencia y Salamanca, con aumentos del 153,2 y 133,1 por ciento, hasta los 832.400 y 1,62 millones de pasajeros, respectivamente, de acuerdo a la estadística que maneja Renfe. La cuarta posición es para Valladolid, donde los viajeros crecieron un 88,7 por ciento, pasando de los 2,04 millones a los 3,86 millones. A continuación, figuran León y Burgos, con aumentos del 82,5 y 81,2 por ciento, respectivamente, que dejan el cómputo en estas provincias en 761.200 y 516.300, muy por encima de los que se habían contabilizado en 2022, cuando fueron 416.900 y 284.800.
Los tres menores aumentos, muy elevados también, se dieron en Ávila, donde el número de pasajeros de las relaciones de OSP aumentó un 60,9 por ciento, pasando de 784.900 a 1,26 millones, mientras en Soria se incrementaron un 58,6 por ciento, desde los 81.800 a 129.800 y, por último, en Segovia, con un 42,86 por ciento, desde los 866.100 a 1,23 millones. No obstante, por volumen de viajeros, las obligaciones de servicio público que sumaron en 2023 un mayor número fueron las de Valladolid, uno de los nudo del tráfico ferroviario en la Comunidad, con 3,86 millones, seguida por Salamanca con 1,62 millones, Ávila (1,26 millones) y Segovia (1,23 millones).