La ganadería está muy cuestionada en los últimos tiempos. Se le achacan una serie de perjuicios que afectan a diferentes ámbitos, pero esas acusaciones no siempre son ciertas ni están bien fundadas. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad Politécnica de Valencia ha publicado el informe 'Evaluación del impacto ambiental de las cadenas de producción de carne de vacuno que integran sistemas de pastoreo y sin tierra', que arroja luz sobre el impacto medioambiental de la ganadería de vacuno de carne en España y muestra que su impacto es mucho menor de lo que se pensaba.
La investigación destaca la necesidad de la realización de este trabajo, «ya que hasta ahora no se conocía el verdadero impacto de la ganadería de vacuno de carne en nuestro país», destaca Fernando Estellés, uno de los participantes. Raisa Tinitana, otra de las científicas del estudio, subraya que este estudio «permitirá sentar las bases para evaluar si los ganaderos en España están avanzando hacia el objetivo de neutralidad climática propuesto por la Comisión Europea para 2050».
Uno de los hallazgos más destacados del informe revela que la huella de carbono del vacuno de carne en España por kilo de carne producida es un 66% menor que la media del planeta, si se contrasta con los datos de la FAO. Manuel Laínez, científico del estudio, subraya que esto se debe a la eficiencia del sistema de producción utilizado en la ganadería de vacuno de carne en España. Además de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, los científicos han constatado otros puntos relevantes como que la huella hídrica del vacuno de carne en nuestro país es un tercio (un 35%, concretamente) de la media mundial.
Vacuno español de carne: sostenibilidad al máximoEl informe destaca otros aspectos, como la captura de carbono no contabilizada. La metodología que se utiliza actualmente para la medición de la huella de carbono no considera la captura de carbono realizada por los pastos donde se alimentan las vacas. Así, se calcula que el secuestro de carbono puede llegar a compensar el 60% de las emisiones de los animales en pastoreo. Tampoco se contempla otro aspecto positivo como el fomento de la biodiversidad que propicia la ganadería de vacuno de carne.
En lo que se refiere a la competencia con la alimentación humana, algo que también se echa en cara a la ganadería de vacuno, el 92% de la alimentación que consumen las vacas de carne en España no compite con la alimentación humana y el 8% restante se compone principalmente de cereales como la cebada o el maíz y no ejerce presión sobre el aumento del precio de los alimentos para las personas.
El informe también muestra que el sector ganadero en España está comprometido con la reducción de emisiones de carbono. Muestra de ello ha sido el lanzamiento de la estrategia 'Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050' y unas guías de buenas prácticas medioambientales antes de que la Comisión Europea lanzase su iniciativa 'De la granja a la mesa' dentro del Pacto Verde. El sector insta a adoptar medidas concretas para avanzar en esa búsqueda de la neutralidad climática en 2050 mediante acciones que quedan reflejadas en los códigos de buenas prácticas medioambientales en la ganadería, en las industrias y en los puntos de venta.
El informe, elaborado por Raisa Tinitana-Bayas, Neus Sanjuán, Elena Sanchís Jiménez, Manuel Laínez y Fernando Estellés, marca un hito muy importante para poder conocer el verdadero impacto medioambiental de la ganadería de vacuno de carne en España, un sector en el que la eficiencia y la sostenibilidad son sellos de identidad y que, a la luz de este documento, provoca muchos menos problemas medioambientales que los que se pensaba, mientras que, en la otra parte, su aporte para modelar y conservar los ecosistemas es valiosísimo.
La EHE ha costado 55 millones.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha estimado las principales pérdidas directas e indirectas asociadas a la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) durante el primer año de aparición en alrededor de 55 millones de euros. La organización cuantifica estas primeras pérdidas en las seis comunidades autónomas más afectadas (Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Cantabria, Extremadura, Castilla y León y Andalucía). El 41% se trata de pérdidas por el lucro cesante asociado a la mortalidad de nodrizas, el 28% por pérdidas asociadas a la mortalidad, el 28% por el coste de los tratamientos veterinarios y el 3% por abortos asociados a la enfermedad. Frente a esta estimación de pérdidas, las ayudas económicas puestas en marcha o anunciadas a nivel autonómico en estas seis regiones solo han alcanzado los 16 millones de euros. «Desde el sector no hemos percibido un apoyo suficiente desde las administraciones. Hemos tenido que ser las propias uniones territoriales, como UGAMA, UCCL o las ADS las que nos hemos encargado de traer veterinarios con conocimiento al respecto para informarnos sobre la enfermedad. El abandono no ha sido solo económico», recalca la organización. «Si estamos en una situación similar, en dos meses podrían empezar a crecer de nuevo los casos y no existen medidas que mejoren nuestra preparación frente a la situación del año pasado». Unión de Uniones ha elaborado el informe con los datos del seguro de retirada y destrucción de animales y pérdidas económicas y lo hace como respuesta a la falta de información que se ha dado desde las Administraciones competentes, particularmente el Ministerio de Agricultura, al respecto de esta enfermedad.