El presidente de EEUU, Joe Biden, abandonó este lunes el Reino Unido tras una breve visita, en la que abordó la guerra de Ucrania con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y la crisis climática con el rey Carlos III, antes de poner rumbo a la cumbre de la OTAN en Vilna.
El avión Air Force One despegó en torno a las 15:30 hora local (14:30 GMT) del aeropuerto de Stansted, al norte de Londres, para viajar a Lituania, donde los aliados tratarán la ayuda a Ucrania ante la invasión rusa y la candidatura ucraniana a integrar la Alianza Atlántica.
En el encuentro con Sunak en Downing Street, los dos líderes hablaron del progreso de la contraofensiva en Ucrania y la importancia de apoyar a ese país para que pueda ganar la guerra, según fuentes oficiales británicas.
El presidente calificó de "sólida como una roca" la relación entre su país y el Reino Unido, según destacó mientras tomaba el té con Sunak en los jardines de la residencia oficial del primer ministro.
De cara a la cumbre de la OTAN, Biden y Sunak estuvieron de acuerdo en la necesidad de asegurar que Suecia pueda tener una rápida incorporación a la Alianza Atlántica.
"El primer ministro y el presidente Biden también abordaron el contexto geopolítico más amplio, incluso en el Indopacífico e Irán", añadieron las fuentes.
Según la Casa Blanca, ambos trataron igualmente los últimos acontecimientos en Irlanda del Norte "y los esfuerzos para conseguir un progreso continuo allí".
Esta ha sido la primera visita del jefe de Estado de EEUU al Reino Unido desde la que hizo el pasado abril con motivo de la celebración de los 25 años de la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo, que puso fin al conflicto en Irlanda del Norte.
La visita de hoy a Londres tuvo lugar después de la polémica sobre la decisión de EEUU de suministrar bombas de racimo a Ucrania, a pesar de la controversia en torno a esta munición debido a que libera pequeñas bombas que pueden provocar numerosas víctimas civiles en una zona muy amplia.
El Gobierno británico, por su parte, se ha distanciado de esa decisión después de que Sunak indicase que el Reino Unido se opone a estas bombas al ser parte de la convención que las prohíbe.
Ayudar a los países en desarrollo
Posteriormente, en el castillo de Windsor, el presidente Biden fue recibido por una guardia de honor antes de entrar en la fortaleza para tomar el té con el monarca británico y tratar de la crisis climática.
Biden y el rey dialogaron con los participantes de un foro que busca encontrar la manera de recaudar fondos para ayudar a los países en desarrollo a afrontar la crisis climática.
Entre los presentes figuraron el enviado especial de EEUU para el Clima, John Kerry; el ministro británico de Seguridad Energética y Cero Neto, Grant Shapps; el consejero delegado del Banco de América, Brian Moynihan; así como el consejero delegado del HSBC, Noel Quinn, entre otros.
Shapps afirmó en su intervención que el Reino Unido "se complace enormemente" con los objetivos climáticos recogidos en la ley de reducción de la inflación impulsada por Biden y los demócratas en Estados Unidos.
Por su lado, Kerry destacó que el mundo se halla en "territorio inexplorado" ante el incremento de la temperatura global, que "aterroriza" a los científicos.
Biden agradeció al monarca por haber organizado el evento, y tras saludar y departir brevemente con los presentes, se dirigió en helicóptero hacia Stansted para embarcar en el Air Force One rumbo a Vilna.
El viaje de Biden llegó en medio de críticas desde entornes conservadores y monárquicos después de que, el pasado mayo, no viajase a Londres para asistir a la coronación de Carlos III, que ascendió al trono el pasado 8 de septiembre, a la muerte de la reina Isabel II.