Podemos no se ha tomado nada bien su exclusión del nuevo Gobierno de coalición y ya lo había venido manifestando desde hacía días. Un malestar que ayer mostró su verdadero rostro, el del enfado monumental, cuando la formación morada convirtió en todo un ajuste de cuentas al Ejecutivo naciente el acto de traspaso de carteras entre los viejos y nuevos ministros. 

Justo después de que los 22 integrantes del Gabinete de coalición que encabeza Pedro Sánchez, incluidas sus cuatro vicepresidentas, prometieran sus cargos ante el rey Felipe VI, en un acto protocolario celebrado en el Palacio de la Zarzuela, las ya extitulares de Derechos Sociales e Igualdad, Ione Belarra e Irene Montero, respectivamente, acusaron literalmente al líder socialista de «echarlas» del Gobierno.

Ni desde el PSOE ni desde Sumar hubo una respuesta expresa al ataque, aunque la ministra de Justicia saliente, Pilar Llop, subrayó en su despedida: «en los sitios hay que saber estar, pero sobre todo de los sitios hay que saber irse». Fue esta una alusión velada a Montero, quien dirigiéndose a Belarra arremetió contra el presidente: «Sánchez nos echa y rompe con ello la unidad de un bloque democrático en el que nos necesitamos».

La morada se mostró convencida de la razón por la que ambas fueron excluidas del Ejecutivo es, como afirmó, «porque hemos hecho lo que dijimos que haríamos».

No fue ese el único dardo que lanzó al inquilino de La Moncloa en su despedida, al desear a su sucesora, la socialista Ana Redondo, «valentía para incomodar a los hombres de 40 y 50 años amigos del presidente del Gobierno». Se refería así a un comentario que hizo Sánchez hace unos meses sobre cercanos suyos que se sentían incómodos con ciertas actitudes beligerantes del feminismo.

Belarra no fue tan áspera cuando habló para dar el testigo a Pablo Bustinduy, uno de los cinco ministros de Sumar, pero sí señaló que era un día difícil «porque han conseguido lo que no consiguieron en 2019, que es echar a Podemos del Ejecutivo», aunque en su caso no lo personalizó en Sánchez. 

Una decisión que «no solo es injusta sino un enorme error político», apostilló, atribuyéndola como su compañera de partido a la buena gestión que, a su juicio, han hecho los morados.

La exclusión de Podemos del Ejecutivo, unido a que tampoco están en la dirección del grupo parlamentario, derivó en el anuncio por parte de los morados de ejercer su autonomía dentro de Sumar, haciendo valer sus cinco diputados para presionar al Gobierno, lo que puede complicar su agenda legislativa. Un plan que no inquieta en Moncloa, donde aseguran que cuentan con una «buena» mayoría absoluta en el Congreso y un programa de Gobierno progresista.

El 'superministro'

Montero y Belarra arrebataron con sus ataques el foco de una jornada en la que, a priori, todas las miradas estaban puestas en el que ya se conoce popularmente como superministro. El nuevo titular de Justicia, cartera que compatibilizará con la de Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, tomó posesión augurando que habrá «debates intensos», pero prometiendo dialogar con todos para buscar la «convivencia» con «respeto al Estado de derecho». «Lo haré con diálogo, para tender puentes y llegar a acuerdos que sean beneficiosos para todos», manifestó.

En sus primeras palabras como titular de Justicia, aseveró que está «seguro» de que «se darán debates intensos, pero los tendremos con unas instituciones buenas, con un Estado social y democrático de Derecho fuerte y con un Ejecutivo de coalición serio».

De este modo, Bolaños apeló a «buscar la convivencia poniendo en valor el patriotismo sobre el partidismo; la moderación sobre la exageración; y colocando las verdades por delante de las falsedades». Y es que, a su parecer, España tiene «una oportunidad de reforzar la convivencia» con «respeto al Estado de derecho, a la separación de poderes y a la Constitución».

Por otro lado, advirtió que «renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no es una opción es una obligación» por mandato constitucional, ya que el órgano de gobierno de los jueces está a punto de doblar mandato caducado.

Bolaños incidió en que la renovación, pendiente desde diciembre de 2018, es «absolutamente imprescindible». Para el superministro, en este asunto «no hay equidistancia posible» y se debe llevar a cabo «por respeto a la judicatura» y a los ciudadanos.

La XV legislatura, que arrancó de facto el pasado 17 de agosto con la constitución de las Cámaras, vivirá el miércoles 29 la sesión solemne que marca el inicio del curso político en el Congreso. Un acto institucional que estará presidido por Felipe VI y en el que los diputados y senadores del nuevo Gobierno de coalición se estrenarán en la bancada azul.

Habrán pasado cuatro meses desde las elecciones del 23 de julio en la que salieron elegidos los actuales parlamentarios, en una ceremonia que se suele retrasar hasta la formación del Gobierno. Su celebración precederá a las jornadas de Puertas Abiertas en la Cámara Baja los días 1 y 2 de diciembre por el 45 aniversario de la Constitución.