Once novillos llegan a la plaza en una calurosa Saca

A.P.L/S.A.
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La primera salida fue espectacular, pero uno se retrasó y se transportó directamente al descansadero. Con los 12 de nuevo en el Pinarcillo, partieron a la plaza. Dos quedaron en el intento

La Saca se saldó finalmente con 11 en la plaza. - Foto: Eugenio Gutiérrez

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Jueves la Saca

Al final fueron once los novillos que entraron a la plaza (uno por los pelos, el de la Cuadrilla de San Miguel, atado y desplomado al llegar), como en el año 2012 (uno más que en La Saca de 2023), en una jornada calurosa que al final hizo mella en los animales. Pero el alcalde de Soria, Carlos Martínez Mínguez, lo tiene claro. La de este año ha sido una Saca «maravillosa» independientemente del número de novillos que finalmente alcanzó los corrales del coso de San Benito. El éxito, recalcó, es fruto del trabajo «muy duro» de caballistas, gente a pie y demás sanjuaneros que viven y gozan este festejo tradicional taurino intensamente. Pero el primer edil quiso agradecer especialmente la labor de la Asociación de Amigos de La Saca que «ha conseguido aunar a toda la sociedad» en torno a un día que es «el más grande» de Soria.

Para Raúl González, presidente de Amigos de la Saca, «ha sido un éxito de los sorianos». «La gente no es consciente de lo que son nuestras fiestas y nuestras tradiciones. Poder traer del monte a la plaza once toros bravos es un éxito de la ciudadanía con el compromiso de los usos y costumbres», manifestó satisfecho tras el término del festejo, cuando se escuchaban los cohetes y poco antes de hacer el paseílllo a la plaza Mayor. Otorga un '10' a los caballistas, la gente de a pie, el apoyo en los coches, el público... «Son siete kilómetros y si la gente no está de '10' es inviable», añadía eufórico y agradecido, un año más.

En cuanto al balance de Cruz Roja, se realizaron 61 atenciones de las que nueve fueron traslados al hospital de Santa Bárbara y cinco por contacto con los novillos, en ningún caso por asta de toro, sino por «revolcones, contusiones y pequeños traumatismos», informa Norberto Carmona, el coordinador del dispositivo. De las atenciones sin traslado, diez fueron por contacto por los novillos, pero sin gravedad. El balance fue positivo «dentro de lo que cabe», porque supone un incremento de atenciones respecto al año pasado, cuando sí hubo un herido por asta de toro. Destaca alguna fractura y un golpe en la cabeza.

Para los jurados de 2024 esta Saca ha sido, sobre todo, «emocionante» con momentos para el recuerdo como esos en los que los astados avanzaron con «gran rapidez» y en la que afortunadamente no ha habido que lamentar heridos y sucesos graves. «Ha habido un poco de todo. Ha sido una Saca muy buena», recalcó el portavoz de los alcaldes de barrio, David Romera Sevillano.

Los jurados siguieron el último tramo de este largo recorrido desde las inmediaciones de Tableros Losán. Ver pasar los 12 astados emprender el último tramo hacia la capital soriana «nos ha puesto muy contentos», especialmente comprobar como el que iba el último, Palmero, de la Cuadrilla de La Blanca, ha sido uno de los primeros en llegar a los corrales del coso San Benito. Tras un Pregón «impresionante», La Saca sólo corroboró a los alcaldes de barrio que quedan aún por delante «muchos días» de fiesta y de mucha emoción.

una salida limpia y lucida

Pero vayamos paso a paso para analizar lo que dio de sí este festejo popular único, un encierro mixto de campo y urbano de cinco horas de duración. San Juan está considerado espectáculo taurino tradicional, incluyendo La Saca, La Compra, Lavalenguas y Viernes de Toros, al ser festejos populares con reses de lidia desde tiempos inmemoriales, con una antigüedad acreditada de al menos 200 años. Usos y costumbres.

Con el tercer cohete de las doce del mediodía, los toros de San Juan no tardaban ni dos segundos en salir por la puerta de los corrales, abriéndose paso entre la multitud en uno de los momentos más especiales para los sorianos. Una salida limpia y lucida, sin duda, pero con un amago de disgregarse, algo que sí se producía en la curva en dirección a la bajada del hotel y la Vega de San Millán, cruzando el río Pedrajas. El festejo se prometía espectacular, con la coordinación de unos 50 jinetes y pastores la asociación Amigos de la Saca, con brazalete identificativo y camisetas de color rojo este año. A ellos se unieron otros cien caballistas locales y 50 foráneos. En este pequeño trayecto, la manada se separó porque algún grupo se desvió o quedó rezagado en la zona de matorrales del hotel. Así, por su propio pie llegaron once a la Vega: eran cinco a las 12.12 horas, siete a las 12.25 horas y nueve un poco más tarde. Los caballistas hacían su labor para congregar a once en la vega en torno a las 12.35 horas, esperando al último a 500 metros de allí, que se quedaba «escondido en unos matorrales». Finalmente, la organización decidió trasladarlo en camión a la Venta del Aire a las 13.30 horas.

La salida de la Vega de San Millán, a las 14.32 horas, era otro de los momentos más esperados, con nueve  toros en el descansadero de la Venta del Aire a las 15.00 horas y diez a las 14.45 horas. Los sanjuaneros intentaron reconducir a los dos que quedaban, que se unían muy poco después a los demás junto al que, en un principio, parecía que no se iba a mover de la Vega de San Millán.

A las 14.43 horas la satisfacción era plena para la organización, reconocía el presidente de Amigos de la Saca. Una vez reiniciado el recorrido, siete cruzaron a las 16.30 horas la variante SO-20, gracias al buen hacer de los caballistas participantes. El pisar asfalto, uno de los principales impedimentos cada año, no lo fue tanto este año. El resto, más rezagados avanzaban con otros jinetes y sanjuaneros a pie, con un ritmo más lento e intentando ir al paso, como hace años y en la Saca original. Las vacas y terneros fueron un gran apoyo en este último tramo del recorrido.

Poco a poco fueron llegando a la plaza desde las 16.35 horas, el primero Noguerito (3), de La Cruz y San Pedro, el sobrero que llegó más tarde a Valonsadero al cambiarse el anterior; Cañí (14), de Santo Tomé,San Clemente y San Martín; y Marinero (8), de la cuadrilla de Santiago. Los caballistas se felicitaban y el calor era intenso, dificultando el avance de los animales, ya cansados de un recorrido que apasiona a los sanjuaneros pero que hace mella en los novillos. Idas y vueltas. Los tres fueron cinco a las 17 horas. En esos momentos se produjo un percance con un joven en una valla, que fue trasladado para su valoración en ambulancia al hospital.

La Saca es así. Otros dos toretes cuadrilleros llegaban a San Benito pasadas las cinco de la tarde, para la alegría de los jurados y sanjuaneros, que llenaban los alrededores de la plaza de toros, donde poco después se celebrarían las vaquillas. Buscando sombra junto a la valla y acompañados por los mozos de Soria, los protagonistas de las fiestas dejaron estampas únicas y para recordar. Y seis. Y cuatro después de golpe en torno a las 18.25 horas.

Entre cánticos de sanjuaneras por parte de los mozos, como la de la Saca, los más rezagados de este recorrido fueron dos. Igualado (16), de la cuadrilla de San Miguel, ya en la calle Valonsadero en muy mal estado y que se desplomó al entrar en la plaza una vez atado. Y Tormento (15), de la cuadrilla de La Mayor, recogido en camión en la zona de la ITV, el único que no llegó al coso. Aplausos al finalizar y a esperar otros 365 días.